Lo que sí me gusta de la Navidad es la música y las luces. Ya en mi columna anterior "Llegó diciembre con su tristeza" dejé ver ese lado oscuro de la Navidad que me atormenta en días lluviosos, pero ahora con este tímido solecito que ha salido se siente un poco más esa alegría. La gente anda como inspirada, dispuesta a ser feliz, llena de planes y retos para el año entrante, con ganas de perdonar y olvidar rencores, de hacer el bien, disfrutar muchos placeres, gastar sin tacañear, rumbear en familia o sin familia, en vacaciones o trabajando, como sea. A nadie le pueden decir nada porque llegue tarde al trabajo o enguayabado un 23 de diciembre y lo mejor es que no hay que dar explicaciones. Todos vamos muy bien dispuestos para lo que traiga el último mes del año y no importa si nos fue bien o mal, el próximo será mejor. Una maravilla es lo que es diciembre.
Si alguna angustia lo aqueja, salga esta noche y alucine con las lucecitas por todas partes, cada vez más sofisticadas, led, láser, neón, con ritmo, letreros y canciones en cada casa, esquina, ventana, vitrina y hasta en los carros, que ahora también los decoran de Navidad. Todo resplandece, las sonrisas y las calles, la vida se tiñe de un color felicidad que nos sienta muy bien para las fiestas, y de cada casa, ventana, vitrina, carro y esquina salen villancicos y música celestial, como el chucuchucu.
No importa la hora, es más, entre más temprano mejor, esta música de Navidad alegra el corazón y se considera fiesta, donde uno esté, apenas se oye el villancico Dame tu mujer José, del maestro Guillermo Buitrago, nuestro jilguero vallenato que nació y murió caribe y nos dejó este legado criollo con ese sabor decembrino y arrullador de la guacharaca y ese olor a rumba que emana del viento que trae diciembre, a pesar del aire de los ausentes que nos ronda y de tanta lágrima que cae del cielo que hasta ofende.
No podemos quejarnos de este diciembre: las Farc prometen cese unilaterial e indefinido del fuego y Obama y Castro hacen las paces y anuncian la reapertura de sus relaciones diplomáticas, por lo que se supone que el próximo año viene el desbloqueo en todos los sentidos. Es un mes de amor y paz, lo importante es que ninguna generación Uribe - Santos vaya a contentarse porque se nos acaba el circo en twitter y los medios de comunicación.
Así que a gozar, con el cuerpo y con el alma, y la víspera de año nuevo, estando la noche serena, si le gusta el ron de vinola tómeselo y báilelo y pegue su grito vagabundo aunque no lo dejen, no olvide que el año viejo le dejó cosas muy buenas. Aproveche que mañana nadie le dirá nada y que hoy, aunque sea lunes, se puede enfiestar sin problema porque es 22 de diciembre… ¡Y con lo bueno que es emborracharse un lunes bailando villancicos de Buitraguito! Y es que aunque produce cierta angustia, o tal vez por eso, a mí me gusta, me gusta, me gusta.
¡Feliz Navidad para todos!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015