Si algo hay que abonarle al proyecto de equilibrio de poderes que propone el Gobierno, es que ha desenmascarado la voracidad de las altas cortes, del Fiscal, y del Procurador. Todos tiran para su lado con el afán de no perder el poder que tienen, aumentarlo, y evitar los controles que los llevarían a abusos.
Por ejemplo, el presidente del Consejo de Estado, Luis Rafael Vergara, se excusó en que "cada corte tiene sus particularidades", cuando se refirió esta semana al punto de la reforma que evitaría el 'yo te elijo, tú me eliges', que tienen montado para pagar favores y evitar ser investigados.
O la denuncia que hizo el representante Telésforo Pedraza sobre Olga Claros, lobbista de la Fiscalía, quien tomaba fotos de algunos congresistas y luego -al parecer- se acercaba a ellos para chantajearlos con abrirles investigaciones, o negarles u otorgarles favores, si votaban iniciativas que afectaran el poder del Fiscal Eduardo Montealegre.
Y el Procurador Alejandro Ordóñez, que cree tener dominio sobre lo divino y lo humano... Todo lo que lo rodea a él tiene vicios de autoritarismo y de abuso de poder. Si fuese musulmán, buscaría la manera de transformar al país en un califato al mejor estilo del Estado Islámico.
Entonces, como esa reforma los afecta, ya claman por hacer una nueva Constitución.
Sería terrible una nueva Carta Magna en este momento. Dicen que la Constitución de 1991 se impulsó, en parte, por la desmovilización del M-19 y porque el Estado estaba "secuestrado" por el narcotráfico. Este nuevo documento sería motivado, en parte, por la posible firma de la paz con la guerrilla, pero más que todo porque el Estado está secuestrado por la corrupción política.
¿Cómo sería ese documento, teniendo como constituyentes a Paloma Valencia, Roy Barreras, Álvaro Uribe, Alejandro Ordóñez, Eduardo Montealegre, José Obdulio Gaviria, Simón Gaviria, o los Ñoños?
Primero pedirían asesoría al senador Roberto Gerlein pues colaboró en la redacción de las Constituciones de 1810 y 1991, quien de entrada pediría que modificaran el "excretable" artículo 13 que habla sobre la igualdad de derechos, libertades y oportunidades "sin ninguna discriminación de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica". Paloma Valencia apoyaría esa propuesta y pediría que en Colombia se destinara un departamento solo para los negros y los indígenas. "No se trata de desintegraciones, sino de divisiones político-administrativas. Serían como un resguardo indígena o un palenque, para que ellos hagan sus paros, sus manifestaciones y sus invasiones sin molestar a los demás. Ojalá sean en el Vaupés o el Guanía".
Alejandro Ordóñez aplaudiría la propuesta y añadiría que se habilitará de nuevo la isla Gorgona para enviar allá a las mujeres que aborten y a las parejas gays. "Allá, en medio de la manigua, podrán ser tan culiprontos como deseen, y lejos de los ojos impolutos de nuestros niños", diría, mientras saca un enorme crucifijo y quema libros al frente de una escuela.
Álvaro Uribe pediría que se modificara "un articulito" para buscar reelección indefinida y aforar a sus "buenos muchachos". José Obdulio pediría que no se eliminen los delitos por parentesco, pero que sí le permitan quedarse con los terrenos de su primo: La Hacienda Nápoles y el Edificio Mónaco.
Roy Barreras avocará por la libertad de cultos, sobre todo de aquellos que le financien su próxima campaña, y promoverá la poligamia partidista, "porque la política es dinámica". Eduardo Montealegre propondrá armar un nuevo código penal ya que él sabe más que la Corte Penal Internacional, y al que diga lo contrario le abrirá una investigación. Los Ñoños no sabrán que es una Carta Magna, pero aseguran que le consiguen los votos. Simón Gaviria la firmará con una leidita por encima, eso sí, después de que Uribe lo acose a él y a los demás constituyentes de que lo hagan rapidito antes de que los metan a la cárcel.
Lo anterior no es nada traído de los cabellos. Una nueva Constitución en manos de personajes como estos solo serviría para refundar una patria acomodada al ego de ellos.
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