Dice el dicho que en los momentos de dificultad se conoce a los verdaderos amigos. Nuestra patria desde hace décadas ha tenido que soportar bandas de facinerosos que la convirtieron en una cueva de Rolando por causa del narcotráfico, cuyo "polvo del diablo" se mueve por toneladas y su consumo sobrepasa cualquier intento que se haga para evitar su expansión.

Este maligno comercio trajo la proliferación de narcoguerrilleros que al darse cuenta del increíble negocio alrededor de la peor plaga de la humanidad, comenzaron a formar sus tenebrosos batallones, para que atacando a pueblos enteros incapaces de defenderse, asesinando a los pobres campesinos, quienes a pesar de tener algún tipo de defensa por las fuerzas militares, finalmente debieron refugiarse en las grandes ciudades, con sus pequeños hijos y sus perros labrantíos, buscando sobrevivir de la caridad pública.

Esta tragedia crece sin que se vea una solución para amparar a estas gentes, y se agrava en las zonas de frontera por la falta de solidaridad de los gobernantes vecinos, muy amplios para ofrecer ayudas, pero negativos para hacerlas realidad.

Lo que nos está pasando con algunos gobernantes sobre los cuales me voy a referir, tal vez los que más mal nos caen, en estos momentos cuando empeora la situación, a pesar de los tan mentados diálogos de paz que hasta el momento no han concretado algo que nos dé esperanzas de que los farianos estén dispuestos a dejar de masacrar a nuestro pobre pueblo, y podamos respirar en paz.

- Comencemos por el tiranuelo Maduro, el más repudiado de los gobernantes de los países democráticos de América Latina y que para nuestro infortunio nos tiene contra la pared al manejar, con un grupo de lacayos venezolanos desde La Habana, y con gran dosis de chantaje, buena parte de las dudosas conversaciones de paz. Ya se proclamó dictador, y tiene al borde de la muerte a dos jóvenes que se han opuesto a su sucio mandato y se declararon en huelga de hambre para llamar la atención del mundo. Pero, fuera de tres o cuatro expresidentes quienes en forma valiente han tratado de ayudarlos, la mayoría de los mandatarios de la región han guardado un cómplice y vergonzoso silencio, apuntalando su dictadura.

- Sigamos con un analfabeta, Ortega, que comenzó su carrera de tirano adueñándose de Nicaragua con la ayuda de su astuta mujer, quien es reconocida como la que maneja los hilos del poder, y cuya ambición sin límites tiene a varios países, entre ellos al nuestro, peleando para que con base en argucias jurídicas no sigan arrebatándoles pedazos de territorio.

- Hacia el sur tenemos a un enano que se nos está creciendo, nuestro gran dolor de cabeza cuando celebrábamos la dada de baja de Reyes, uno de los peores asesinos que nos han azotado. Fue gracias a los cojones de Uribe que logramos callar al de la camisita de flores, pero podemos estar seguros que en el momento menos pensado tratará de darnos una puñalada trapera.

- La Kirchner, la menos apetecida del zoológico, tampoco nos tiene en la lista de sus querendones, entre otras cosas porque por sus negociados con el difunto Chávez nos sacó de sus afectos. A esta señora es la que peor fin le veo, y por eso me siento más tranquilo en la otra orilla, porque sin duda es peor que su marido, lo que ya es mucho decir.

- Evo, el indígena, tiene lo que llama malicia. Es de una petulancia subida, y como debe su relativo éxito económico a los millones de dólares que le prestó Venezuela, algún día tendrá que devolverlos y entonces se verán las peladuras cuando le quiten la enjalma.

Como verán, no estamos muy bien rodeados que digamos, y si con esta situación el señor Santos sigue nombrando como nuestros representantes en organismos internacionales a personajes como al dudoso Samper, se nos terminará de volver invivible nuestra Colombia del alma.

Con el resto de gobernantes ahí vamos dándole, y aguantándonos hasta que Juanpa agache el dedo.

P.D.: Hoy en día la fidelidad solo se ve en los equipos de sonido.