Deseo motivar una reflexión que desde hace algún tiempo he intentado, pero que la pertinencia de las temáticas abordadas en cada caso, no me lo ha permitido. Se trata de un componente determinante de la salud de la escuela y, por ende, de la calidad de la educación, me refiero al liderazgo pedagógico de los rectores.
Hace algunos años los rectores se caracterizaban por ser los profesionales más eruditos del conocimiento pedagógico, no solo lo lideraban en sus instituciones educativas y asesoraban a sus maestros con la experiencia e idoneidad académicas, sino también eran las más connotadas autoridades en las facultades de educación que ofrecían programas de pregrado, bien fuese como docentes, investigadores o, aún, como decanos en los referidos programas. Las tareas administrativas, financieras y organizativas eran básicas y de fácil mantenimiento, lo cual no les exigía demasiado tiempo; además, contaban con un equipo de funcionarios en el área administrativa y directiva suficiente para atender lo requerido. El presente es bien distinto, no sabemos cuánto sabe de pedagogía un rector, su agenda no le permite atender estas funciones que, quien creyera, están en los últimos lugares de sus prioridades, sencillamente porque al ser demasiado importante, las urgencias no dan posibilidad alguna de atenderlas. Esto, aparentemente, es un contrasentido; ¿cómo así que el director de una institución educativa no tiene tiempo para pensar, analizar, discutir, equipar, construir, evaluar y recrear elementos sustanciales de la pedagogía?; entonces, ¿qué hace?, ¿a qué se dedica?, ¿cuáles son esas tareas urgentes que ocupan todo su tiempo?; veamos algunas:
Revisión rutinaria y permanente de las instalaciones físicas de la institución educativa, en todas sus sedes.
Intervención de novedades que regularmente se presentan en las sedes físicas y que afectan la normal prestación del servicio.
Atención a padres de familia y solución de necesidades de la comunidad educativa.
Atención a funcionarios de la administración municipal, departamental o nacional.
Atención a los estudiantes y adecuación de estrategias para satisfacer sus necesidades y peticiones.
Atención a profesores e intervención efectiva para solucionar lo requerido.
Administración del fondo de servicios, que es el ente que ejecuta toda la parte presupuestal y financiera de los colegios, que dicho sea de paso están obligados a cumplir todos los fundamentos legales como si fuese un instituto descentralizado, una secretaría o un ministerio.
Asistir con carácter obligatorio e indelegable a un sinnúmero de reuniones citadas por los organismos del Estado.
Atender, con carácter urgente, los requerimientos que le hagan a la institución los organismos de control, y sufragar de su propio peculio los consabidos honorarios profesionales de los asesores jurídicos.
Administrar, eficientemente, los sistemas de información que ha diseñado el Ministerio de Educación Nacional, aunque en muchas ocasiones se carezca de las condiciones de conectividad necesarias y no se cuente con el apoyo de personal administrativo.
Son una muestra de ese cúmulo de funciones urgentes que ocupan la agenda diaria y que al observarla desprevenidamente, parece que sea el cargo de un ecónomo, o de un director administrativo, pero nunca de un rector, porque como bien puede observarse no hay trazos de pedagogía por parte alguna. La esencia de la escuela está a merced de lo que idóneamente hagan los maestros con la orientación de un coordinador, esto, si no está más ocupado que el rector en la solución de nimiedades. Bien lo citaba el profesor Julián de Zubiría: "Los resultados son bajos porque los rectores están dedicados a resolver problemas administrativos, derechos de petición, tutelas y trámites ante las secretarías de educación y las entidades de control; debido a ello, tienden a dejar de lado el liderazgo pedagógico y no logran cohesionar a la comunidad educativa en torno a las metas institucionales"…
La escuela en Colombia no necesita rectores gerentes, la escuela tiene que recuperar el liderazgo pedagógico de los rectores y requiere de un ecónomo que asuma las responsabilidades financieras, administrativas y logísticas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015