Con el propósito de enfrentar los desafíos que ya existen para el próximo 2017, conviene pensar que el mayor reto que tenemos por delante es el de consolidar y fortalecer el Bien Común de la Humanidad. Y para ello es indispensable pensar en alternativas en las que las relaciones y el reconocimiento de lo que somos y hacemos ocupen un primer plano.
Recuerdo que en alguna parte le leí a Eduardo Galeano que “no somos lo que somos, sino lo que hacemos para cambiar lo que somos.” Y ¿qué es lo que hacemos? Pues en Caldas y en Manizales hay muchas instituciones, organizaciones, empresas, industrias, gremios y academia que nos esforzamos por hacer bien lo que decimos que hacemos bien. Y creo que a todas ellas (es decir, a todos nosotros) nos corresponde continuar pensando en la defensa de los bienes comunes, lo que implica reconocer que existen elementos básicos y fundamentales para la vida: agua, servicios públicos, educación, tierras, transporte, electricidad, bosques y salud...
Me parece innegable reconocer que en esta época que vivimos, el modelo económico que impera ha puesto su mayor acento sobre lo privado y lo individual con el propósito de promover fuerzas productivas que han terminado por mercantilizar la vida humana en su conjunto. Sin embargo, y para fortuna de las poblaciones más vulnerables, en medio de esta lógica economicista, surgen las voces de muchos empresarios y algunos gremios que han terminado por reconocer que todo no era tan rentable como lo habían pronosticado muchos de quienes se precian de ser expertos en materia financiera y económica.
No dudo que para muchos de estos “expertos” hablar de bien común de la Humanidad no deja de ser retórico y hasta teórico (y más si lo dice un profesor). Pero precisamente por mi calidad de profesor universitario me siento en el deber de iterar que hablar sobre el Bien Común de la Humanidad es hacer referencia a realidades concretas, como la solidaridad que ha venido desvaneciéndose por el prurito de la competitividad malsana que redunda en el individualismo; al igual que del respeto por los demás, del amor por la naturaleza, en pocas palabras, por el bien de lo que somos como seres humanos.
Evoco al estagirita Aristóteles quien en su obra La Política aseveraba que el fundamento de toda sociedad era que en ella existían cosas comunes a todos los ciudadanos. En este sentido, digo que cuando hablo del Bien Común de la Humanidad me estoy refiriendo a los fundamentos de la vida colectiva, es decir, a las relaciones con la naturaleza y la organización de la misma sociedad, o sea, la política; en suma, hablo de un estado del Ser, del buen vivir. Cierto, no estoy diciendo nada nuevo. Ya el Pnud en su Informe divulgado en 1999, lo decía, refiriéndose al concepto de “bienes públicos mundiales.” En pocas palabras se trata de la producción y reproducción de la vida en el Planeta. Y más concreto que esto no lo hay.
Todo esto, porque las crisis que vivimos -o sufrimos los ciudadanos- pone en peligro no solo el Bien Común de la Humanidad, sino la supervivencia de la especia humana. Como hombre de esperanzas activas que soy, creo que los diseños de vida en los que tenemos que pensar nos deben permitir regenerarnos de las crueldades a que nos someten quienes están a cargo de dirigir a estos pueblos. No me parece prudente que comencemos el 2017 con la idea de soportar que sea la muerte y no la vida la que prevalece. Es fundamental que replanteemos la forma como estamos viviendo -o sobreviviendo-. A veces creo que no lo estamos haciendo bien.
Mi mayor deseo para todos los ciudadanos de este territorio caldense y de este país, es que la Navidad nos sirva para pensar-nos y que no olvidemos que quizás E. Galeano tenga razón cuando dice “no somos lo que somos, sino lo que hacemos para cambiar lo que somos.”
Para todos y todas mi gran abrazo solidario. Que pasen una Navidad feliz y reflexiva.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015