A medida que se comunican los resultados del proceso de La Habana, nos ratificamos en que esta ha sido una de las más grandes farsas que se ha vivido en el país. Hay que decir con insistencia que la paz es el anhelo de los colombianos de bien; es decir, de aquellos que no nos lucramos de la guerra ni nos enriquecemos con el terrorismo. Pero ver que los resultados de esa farsa, que diariamente cacarea el Gobierno Nacional, no son más que la cesión a las exigencias que han hecho las Farc desde el inicio clandestino de los supuestos diálogos, genera mucha desazón.
Hoy, por ejemplo, cuando vemos viajar a La Habana a Piedad Córdoba dentro del grupo de víctimas, no podemos más que rechazar esa falta de respeto con los colombianos. Somos testigos de las actuaciones de connivencia, complicidad, colaboración y camaradería de la exsenadora con las Farc, lo que la ha catalogado como su auxiliar y vocera; hemos visto sus actitudes apátridas; la hemos visto en videos incitando a la violencia, la rebelión, el levantamiento subversivo y el desconocimiento de la autoridad colombiana; le hemos visto y oído en escenarios internacionales degradando a Colombia, a su institucionalidad, a su orden; y, a pesar de que las Altas Cortes, movidas por quién sabe qué sentimientos de solidaridad o miedo, han desestimado las pruebas encontradas en los documentos oficiales de las Farc, sabemos a ciencia cierta que sus vínculos con estos terroristas son estrechos, decisivos e innegables.
Por eso me pregunto: ¿qué pueden perseguir las Farc convirtiendo a Teodora en una víctima, cuando todos sabemos que hace parte de las cabecillas de victimarios? ¿Podremos creer en un proceso en el cual se nos quiere engañar tan vilmente convirtiendo al terrorismo en subversión, y a los terroristas en víctimas? ¡No! Lo que hay en este proceso es la claudicación del Estado a favor de quienes han asolado el país durante décadas y la entrega sumisa de gobierno, dignidad y soberanía.
Vuelvo a preguntar: ¿cuál de las exigencias de las Farc, planteadas con cinismo desde el comienzo de esta farsa, ha sido negada, modificada o eliminada? ¡Ninguna! Lo que ha habido es una negación oportunista y mentirosa del Gobierno, cuando las evidencias lo delatan, para pasar al poco tiempo a ceder y entregar a las Farc derechos rechazables y repudiables.
Dice el terrorista Iván Márquez en las redes sociales: “Las sanciones disciplinarias y/o administrativas se extinguirán si están relacionadas con el conflicto armado o rebelión”. ¿Qué es esto? La directriz de que a Teodora se le restituirán sus derechos y se le extinguirán las sanciones impuestas en desarrollo de procesos legales, por la sola determinación de las Farc. En otras palabras, que las Farc están procediendo como dictadores en Colombia y haciendo su voluntad bajo la égida del Gobierno Nacional quien juró cumplir la Constitución y las leyes.
Se dirá que este es solo un trino aislado del terrorista Márquez. Y podría ser, si no fuera porque es planteado como una determinación y ya sabemos que sus determinaciones son acatadas como órdenes por este gobierno débil, pusilánime y cómplice.
Piedad Córdoba, Teodora o La Negra, ¿¡víctima!? ¡Qué tal! En ese orden de ideas, muy pronto estaremos descubriendo bustos de Tirofijo y Raúl Reyes en los principales parques de las ciudades, como un justo reconocimiento a esos mártires que murieron en la lucha por la “justicia social”, como dicen hoy desde la Marcha Patriótica.
Preparémonos pues para ver en el Congreso de la República, por la autodeterminación de los terroristas farianos a Timochenko, Iván Márquez y Catatumbo. Y, en cumplimiento de la ley de cuotas a Tanja Nijmeijer y Teodora. Al fin y al cabo la ley es para cumplirla. ¡Ja!
* * *
En una de mis últimas columnas relacioné algunos de los funcionarios que brillaron en la administración de Jorge Eduardo Rojas y mencioné a Felipe Olaya Arias como el secretario de Tránsito. La verdad es que me refería a Juan Felipe Álvarez Castro quién brilló con luz propia en esta administración y se desempeñó como uno de los mejores secretarios de Tránsito de los últimos tiempos. Mil disculpas a Juan Felipe, y muchos éxitos en su muy seguro y brillante futuro.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015