Y le tocó el turno a la Universidad de Manizales. Otro miembro de la Junta Directiva de la Corporación Cívica de Caldas que manifiesta su inconformidad con el manejo sesgado, visceral e inocuo que le vienen dando a esa entidad la señora Cristina López de Saffón y su interlocutora en la junta y otros escenarios, María Carolina Giraldo. Y prefiere renunciar la Universidad a su representación, antes que seguir doblegada y haciendo parte de un séquito de aduladores que terminan cohonestando situaciones perversas, con tal de mantener el estatus quo, a costa del atraso regional y de la paz y sana convivencia de sus ciudadanos.

Y no es una renuncia cualquiera. Porque la Universidad de Manizales es un miembro de una importancia tal, que se había convertido en el fiel de la balanza y representaba uno de los últimos vestigios de respeto y asertividad en una junta manipulada dictatorialmente por su presidenta vitalicia quien tiene hoy a esta entidad tambaleándose y con manifestaciones de estertores mortales.

Mucho hemos develado en este espacio los actos mezquinos trazados, urdidos y realizados por esa Corporación en contra de personas y entidades que, por el simple hecho de no ser del gusto de su presidenta, o representar un peligro para su estabilidad económica, familiar y social, han sufrido persecuciones injustas y se han visto mancilladas en su honra, bienes y profesionalismo. Mucho hemos denunciado la utilización personal del nombre de la CCC como trampolín politiquero, además del desvío de su relativa importancia para utilizar métodos cuasiextorsivos y acceder al poder de lo público y al manejo gremial privado. Y mucho hemos denunciado la complicidad y la connivencia de la CCC con sus afiliados o allegados que delinquen abiertamente y no reciben una sola reprobación por sus actos.

Y el tiempo nos está dando la razón. Hoy se está quedando desmantelada la CCC porque sus más insignes miembros prefieren renunciar, pues reconocen que nos acompaña la verdad en las denuncias y que lo que se vive dentro de la entidad es una vergüenza, que por más que traten de tapar y ocultar, cada vez va quedando en evidencia ante todos los ciudadanos.

Hay que advertir que las instituciones, per se, no son malas ni buenas. Pero quienes las administran sí las hacen malas o buenas. Y en el caso que nos ocupa, la pésima administración plagada de actos dictatoriales, injustos, malévolamente calculados y alevosamente urdidos, han hecho que esta Corporación pierda totalmente su prestigio y sea considerada en el medio como un ente inocuo, lleno de maldad y encaminado a la preservación de un poder familiar y gremial que no trasciende sino en la medida en que cause daño y se vanaglorie mediáticamente de él.

¿Será que esas directivas enquistadas no se dan cuenta del daño que le están causando a la entidad? Seguramente sí lo saben pero, como están acostumbradas a que sus actos no reciban críticas ni tengan quien se les enfrente, piensan que ese "poder" será eterno. Pero se les llegó la hora. Si existe un ápice de responsabilidad en sus corazones y de profesionalismo y sindéresis en sus actuaciones lo mejor (y único) que deben hacer es renunciar y darle espacio a un relevo de directores que lleguen a la Corporación a trabajar de verdad por unos principios trazados y para ejercer limpiamente la labor loable que está plasmada en los estatutos. De lo contrario, la CCC entrará en la lista de empresas, corporaciones, proyectos e intenciones truncados y destruidos por la familia Saffón y su séquito de aduladores y beneficiarios económicos. ¿Y qué dicen los demás afiliados?

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Este jueves 6 de noviembre de 2014 cumple 11 años de labores el Centro Comercial Cable Plaza. Y con su cumpleaños, celebra complacido el reconocimiento que le hace la Corporación Fenalco Solidario Colombia, al entregarle el Certificado de Responsabilidad Social Empresarial. Como único Centro Comercial en el país que hace gala de este certificado, se posiciona como un ejemplo nacional y paradigma institucional. Vaya un saludo de felicitación a su gerente, Lina Rivas Ángel; a los 43 empleados directos del Centro Comercial; a los 63 indirectos y a los más de 523 trabajadores que laboran en sus diferentes locales. ¡Seguimos resaltando las empresas que nos enorgullecen!