La puerta giratoria, los intereses personales, el tráfico de influencias, el interés ilícito en la celebración de contratos, el direccionamiento de contratos, etc., son figuras delictuosas que han hecho carrera en este país.

Hoy el turno es para Inficaldas en cabeza de su gerente Luis Fernando Franco Acevedo. ¿Se acuerdan de él? ¡Sí! El mismo que fustigaba con su dedo acusador de prohombre honesto, transparente, ético e inmaculado a los actores políticos que no se doblegaban a las presiones de la Corporación Cívica de Caldas o de sus patrones de entonces que, tras bambalinas, se apoderaron de la administración del departamento.

Pues bien, el ingeniero Alberto Naranjo Arango (de quien conozco su capacidad y erudición) fungió como miembro del Consejo Directivo de Inficaldas hasta el 30 de marzo de 2015 (Ver renuncia), en representación de los gremios caldenses. Cinco días antes de su renuncia participó en la aprobación de cuatro traslados presupuestales, dentro de los cuales estaba la capitalización de la Promotora Miel II por valor de 500 millones de pesos (Ver acta).

El 9 de abril de 2015 suscribió un contrato de prestación de servicios con esa misma Promotora por valor de $117.000.000, cuyo objeto principal es "asistir a la Dirección General en las acciones que se deben implementar en LA SOCIEDAD". (Ver contrato). Todo esto con la anuencia de la gerencia de Inficaldas, dueña del 65% de las acciones de la promotora Miel II. Recibe un pago parcial inicial de $10.000.000 y ocho pagos mensuales de $13.375.000. Hay que advertir que el gerente de la promotora devenga un salario de $7.000.000 (Ver acta), casi la mitad de lo que entró a devengar su "Asesor".

Adicionalmente, en el contrato no se estipula la existencia de un interventor, limitando el control a una supervisión concertada, consensuada y servil. Como si fuera poco, el 27 de octubre de 2014, por solicitud de Inficaldas, se decidió abolir la Revisoría Fiscal de la nueva sociedad Promotora Miel II S.A.S. E.S.P., desapareciendo así la entidad o persona que pudiera garantizar la transparencia en la administración de la sociedad (Ver acta).

Y me pregunto: ¿este comportamiento es ético, transparente, sensato y revestido de la moral que Luis Fernando Franco Acevedo exigía cuando actuaba como el Torquemada caldense? ¡No! Y es posible que sea ilegal pues queda claramente evidenciado el favorecimiento directo que le hace a su amigo personal, a quien primero lleva a que haga parte de su Consejo Directivo, pero cuando les resulta algo más lucrativo se alían para urdir toda una componenda que desemboca en un millonario contrato, dotado de los recursos que el mismo contratista aprobó días antes para su beneficio. Pero además este asesor, que representaba a los gremios en el Consejo Directivo de Inficaldas, pasa a tener injerencia en los millonarios recursos de Miel II a través de su asesoría. Es decir, otro proyecto que quedó indirectamente en esas manos privadas gremiales que encabeza Gilberto Saffón Arango como presidente del Comité Intergremial.

La Ley 80 de 1993 previendo estas aberraciones, estipula en su Art. 8º: "Tampoco podrán participar en licitaciones ni celebrar contratos estatales con la entidad respectiva:… a-) Quienes fueron miembros de la junta o consejo directivo o servidores públicos de la entidad contratante…". Y si bien la Promotora Miel II S.A.S. E.S.P, es una entidad diferente a Inficaldas, no podemos omitir que esta última es dueña del 65% de las acciones de la Promotora, por lo que su capacidad para decidir es absoluta y la oportunidad de direccionar sus acciones es determinante. ¿Cabe alguna duda? Ya el diputado Jorge Luis Ramírez se pronunció en la Asamblea. ¡Ojalá los órganos de control y de justicia tomen cartas en este asunto!

Y esta apenas es la punta del iceberg. Existen en Inficaldas otros movimientos oscuros por los que tarde o temprano tendrá que responder esta administración. ¡Les iremos contando! ¿Qué tiene para decir la CCC?