En el mes de octubre de 2014 se conoció la desvinculación abrupta del gerente de la Corporación Cívica de Caldas, doctor Luis Fernando Mejía Franco, y desde entonces estábamos esperando a conocer las razones que motivaron esta situación.

El día lunes de esta semana, el citado doctor Mejía Franco le envió una comunicación a su "Presidente y/o Gerente", Cristina López de Saffón, en la cual hace una serie de reflexiones que develan algunas de las aberrantes situaciones que se viven dentro de esa Corporación, y sobre las cuales nos hemos manifestado con insistencia en este espacio obteniendo como única respuesta el tratamiento de "calumnista". Pues bien, dejo a consideración de los lectores parte de las reflexiones que refuerzan, desde la fuente, muchos de mis planteamientos, denuncias y quejas:

Después de expresar con claridad que en la CCC el déficit de transparencia es evidente, denuncia el doctor Mejía: "Fui objeto de reiteradas presiones, que con gusto puedo detallar en una próxima oportunidad, por parte de la presidenta y vicepresidenta (Cristina López de Saffón y María Carolina Giraldo), especialmente de la primera, con el objeto de realizar denuncias sin tener los suficientes (y necesarios) soportes probatorios. Igualmente censurando previa y posteriormente el contenido de los artículos que a nombre de la Corporación se publicarían en el diario LA PATRIA. Asimismo insistiendo en una mayor diligencia en la búsqueda de posibles irregularidades en las que pudieran estar involucrados algunos funcionarios de la administración municipal y departamental, así como importantes funcionarios, exfuncionarios y líderes políticos".

En otro de sus apartes dice: "Valdría la pena revisar las razones por las que se decide no actuar frente a determinadas personas. O por qué, unas veces sí y otras no, se decide actuar en temas como Aerocafé, Industria Licorera de Caldas, San José, Sistema Estratégico de Transporte Público, entre otros".

El doctor Mejía aduce que esta avalancha de presiones indujeron su intención de renunciar, lo que fue abruptamente impedido por la señora López de Saffón cuando aquel intentó motivar y argumentar sus razones. Prefirieron entonces terminar su contrato para evitar que se ventilaran estas verdades, en un acto más de soberbia, prepotencia, arrogancia e irrespeto de la señora Presidenta.

En la CCC -tal y como lo expresa el doctor Mejía- los corporados no llegan a la tercera parte de los iniciales, y se reducen permanentemente por falta de representatividad, transparencia e imparcialidad en las denuncias. No obstante, la CCC sigue arrogándose un poder que no le corresponde y sigue ejerciendo algunas prácticas cuasi extorsivas con las que consiguen penetrar entidades gremiales e institutos descentralizados para direccionar millonarios recursos públicos hacia donde se les antoje. ¡Y los caldenses silenciosos y adormecidos! (Ver comunicación completa: https://www.dropbox.com/s/6m25solt132pdzg/REFLEXIONES%20LFMF%20ENERO%202015.pdf?dl=0 ) .

Se ratifica entonces que muchas de las denuncias de la CCC han sido selectivas, acomodadas, improvisadas, infundadas y aleves, y que con ellas solo se ha querido desprestigiar a ciertos individuos de la sociedad que no han cedido a sus presiones. Se ratifica además que esta entidad no es solo ese ente con ínfulas de inquisidor que ha acabado con el prestigio, la honra, la libertad y la vida de los enemigos personales de sus enquistados directivos, sino que ha servido de mampara y cómplice de algunos de nuestros más "insignes" corruptos que se han sabido aliar con la desvergüenza para protegerse de lo que queda de riguroso en la justicia.

Se avecina una nueva campaña política regional. Esperemos a ver cuándo pide una nueva licencia la presidente López de Saffón para salir a hacer proselitismo bajo el estandarte de la "transparencia" y apoyar al candidato de la CCC. A este directorio político disfrazado de ONG le quedan pocos seguidores; pero seguramente permanecen obnubilados y encandilados por esa luz pestilente que hoy irradian, y se sentirán con el poder para tratar de influir en los electores. ¡Amanecerá y veremos! ¿Qué dirán ahora del "calumnista"?