Lumièradas
John.giraldo.herrera@gmail.com
Dice Óscar Ruiz Navia que las películas no siempre tienen que contar una historia. Y cuando vemos la reciente Los Hongos, nos encontramos con una serie de personajes y situaciones. Son como cuadros de la vida cotidiana, o los reflejos del acontecer, o aquellas actividades que van sucediendo, unas con un ritmo despacioso, y otras más con la agitación de situaciones frenéticas. Pero en general Los Hongos es una película donde el espectador va juntando aconteceres. No hay un hilo, ni siquiera un inicio y menos un desenlace. Hay una entrada a la escena, un transcurrir, y ni siquiera los cruces narrativos, donde los personajes van afrontando el respirar, comparten con sus amigos, están inmersos en una ciudad, una Cali, donde el grafiti se reprime, los estudiantes algo desencantados buscan algo que los conecte. Eso sí, hay un eslogan que subyace no con toda la fuerza como quien defiendo con su ímpetu y sagacidad algo, sino como quien entiende que algo se debe realizar, que la actuación parte de un reflejo, de existir: "Nunca más guardaremos silencio".
Luego, esa idea discursiva, intenta mostrarnos a dos jóvenes: Calvin y Ras, que fuman hierba, asumen una relación simple con sus familias un tanto disfuncionales, montan la tabla o van en su bicicleta. Uno estudia Bellas Artes, el otro solo raya y encuentra un mínimo lugar en una obra de construcción. Su pasión será hacer un mural, donde con otros plasmarán esa idea de no callar y de representar el deterioro al medio ambiente, la falta de conciencia social, son unos tardíos contestatarios, que viven un mundo que los mira como si ellos fueran unos hongos, es decir, seres que crecen en territorio derruido y en podredumbre. No son seres distantes, aunque su condición social los encasille. Ambos no tienen plata, sino sueños, anhelos, no muy marcados, sino el de pasar la vida. Así no sea el de transformar su entorno, pero tampoco dejarse acorralar.
Óscar se ha caracterizado por contar historias mínimas pero trascendentes, con El vuelco del cangrejo obtuvimos una muestra de La barra, ese lugar del Pacífico, donde lo vital es lo que viven los personajes, sus dramas menores y mayores, instalados en un rincón que aunque turístico no ocupa la esfera mediática. Esas películas así como
La Sirga , Sofía y el Terco , Chocó, entre otras no t ienen nada de espectacular ni pomposo, sino lo cotidiano, allí donde todos tenemos un lugar, en ese escenario que respiramos y cohabitamos con otros.Ver una película sin historia resulta desafiante. Los sentidos se difuminan, las posibilidades de una estructura se dilatan. No importa, la atención se centra en ver lo que se muestra, eso que va ocurriendo, sin mucha ligazón entre unos y otros. Hay mucho dejo, una pasividad que puede causar salpullidos, por tratarse de jóvenes, que ya no son rebeldes, sino ahí con ganas de unas acciones. Puede ser muy polémico el hecho de narrar una película sin la fuerza de una historia que se ata en cada escena, pero el cine nos permite explorar, importa es contar.
El cine colombiano pasa por momentos inconstantes. Unas películas se roban el protagonismo por lo espectacular de la producción o por lo llamativo de las historias, estas otras, menos próximas, dan un salto, rompen el molde y plantean una posibilidad: para hacer cine se requiere del deseo de hacerlo. Ahora, nos desafían porque proponen algo que no estaba contado, desde la forma y desde lo temático. Los grafiteros, las culturas urbanas, rockeros, y artistas del underground tienen con Los Hongos, un rostro, un lado de su perfil. Deambulan por ahí, con el afán de decir. También y es inoportuno que no lo diga, la película se adentra en las relaciones entre los padres y los hijos, y desde allí hay un afecto insuperable, que da esperanza, ofrece un manto. Uno que cubre a los hongos de carcomerse por completo. Es duro asumirla, pero así a veces es la vida, sin historia, solo con cuadros y sucesos.
Ficha técnica
Año: 2014
País: Colombia
Duración: 95 minutos
Director: Óscar Ruiz Navia,
Guion: Óscar Ruíz Navia, César Augusto Acevedo
Música: Zalama Crew, La llegada del Dios Rata, Sebastián Escofet.
Actores: Jovan Alexis Marquinez (Ras), Calvin Buenaventura Tascón, Dominique Tonnelier, Atala Estrada, Gustavo Ruiz Montoya, María Elvira Solis, Ángela García.
Productora: Coproducción Colombia-Francia-México; Burning Blue / Contravía Films / Arizona Films / Mantarraya Producciones: Página web http://contraviafilms.com.co/peliculas/largometrajes/los-hongos/
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