Lumièradas
John.giraldo.herrera@gmail.com
Todos se van fue una de las 36 (cifra récord) películas colombianas que se estrenaron en el 2015. Dirigida por Sergio Cabrera, y que a diferencia de una emblemática cinta como Confesión a Laura del fallecido Jaime Osorio, se rodó en Cuba con ciertos recursos colombianos. La del mono Osorio fue grabada en Colombia con apoyo del Instituto de Cine de la isla. Pudiera ser que el cine colombiano se ha expandido y alcanzado una internacionalización. Y si ponemos como prueba que por primera vez nos postulan para obtener la estatuilla preciada del Óscar en la categoría de Mejor película extranjera, con El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra, entonces deberíamos decir que no hay excusas: es el más grande logro, se murmura. Además de tantas venias y flechazos que nos han hecho en festivales europeos, como Cannes, con los reconocimientos que obtuvo la hermosa y angustiante La tierra y la sombra de César Acevedo.
Pero hay más, el documental más visto y que rompió todas las estadísticas, Magia salvaje, con más de dos millones y medio de espectadores, puso una muestra irónica: nos encanta lo que tenemos, lo apreciamos, pero lo filman y promueven extranjeros con dineros de empresas colombianas.
Cualquiera podría aplaudir los logros y nadie debería quejarse. Sin embargo, con una película nominada, apenas en el 2015 la vieron 105.076 espectadores. Y muchos se sorprendían de no saber nada y por tanto la volvieron a poner en cartelera en el 2016. Un mito que parece erradicarse, pero sigue calando es que mientras una película gana premios en festivales, puede volverse menos dispuesta para el público. El caso fatal de La tierra y la sombra, lo muestra, apenas un poco más de 50 mil asistentes la pudieron ver. Y tenemos películas huérfanas de espectadores, por ejemplo, para un filme de mucha valía, por tocar el tema del conflicto armado Alias María, de José Luis Rugeles, que muestra como una mujer combatiente tiene un hijo en las filas guerrilleras, obtuvo menos de 10 mil personas en las salas.
Por supuesto, que la cosa es muy dispar, las películas que hacen gala del folclorismo o de aquello colombiano para reír, siguen siendo películas para calar entre el público, es el caso de Uno al año no hace daño o de Se nos armó la gorda o el casi stand up comedy Güelcom tu Colombia, cuya asistencia es envidiable por aquellas que se hacen a pulso y para ofrecer más qué pensar, que sacar una risotada. Si bien contamos con leyes promotoras de nuestro cine, el asunto se queda en cifras mal habidas, aunque una ironía es que el año que pasó hubo 15 millones más de espectadores, al pasar de 45 a 60. Pero de las 36 estrenadas, si se hace un promedio, no alcanzan si quiera los 50 mil espectadores por película.
Muchos de los títulos exhibidos de seguro ni siquiera serán recordados, por ejemplo La siempre viva, Un asunto de tierras, Porro hecho en Colombia, Antes del fuego, Ella, entre una cantidad más no tendrán un mínimo de recordación entre el público. Por un lado obtenemos allanar grandes escenarios y conquistar un puesto entre los festivales más prestigiosos, pero por el otro, la silla vacía en las salas, continua preocupando a quienes dedican su vida a hacer películas.
El asunto es complejo, hay muchos vacíos. Un despropósito es que vengan y graben películas con bajos costos de otros países y que parte de la responsabilidad es que las películas no se mantienen en cartelera, sino apenas una semana y su promoción (que a veces cuesta más de lo que vale la película), no se hace si no en blogs, o con una muy timorata publicidad; habría que crear un Fondo para que los directores y equipos de las producciones cuenten con recursos justos para poder visibilizar sus trabajos. Todos se van a ver los estrenos de Hollywood y falta más apoyo de medios y estado para que el cine colombiano, que cuenta con producciones dignas, directores que se vienen potenciando, historias diversas que se cuentan, logren un afecto entre el público. O ser nominados al Óscar para ver si alcanza los méritos posibles para mantenerse en exhibición.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015