Lumièradas

John.giraldo.herrera@gmail.com

Lo que a veces casi se convierte en religión, creación de un artefacto mediático generado por el cine, es un fenómeno de masas apabullante: la saga de Star Wars, que da para todo como el despertar de un mercado de productos, las discusiones sobre una generación dormida, en fin. Un relato sacado de orbita, en la que se confronta ya no los conflictos de la aldea global, sino las del multiverso donde ya no en ficción ni en fantasmogorías, sino en concreto, se recrean toda serie de especies y lugares, unas con las que la robótica, la extrañeza, los misterios, las fuerzas en contradicción chocan para asestarnos un fuerte golpe de entretenimiento. Muchos seres en el mundo se han vuelto los más frenéticos seguidores, los más fieles reconocedores de una historia fantástica y atractiva, la de que el lado oscuro puede apoderarse de todos los confines.

Es además un fortín. Lo que recauda en taquilla supera los gemidos de Chewbacca. Si Avatar era la película con más arcas, con una cifra récord de 760,5 millones de dólares, El despertar de la fuerza ya superó tal monto, como también extiende fronteras al exhibirse en todos los continentes. La saga es ambientada en un escenario donde hay una galaxia a modo de república dirigida por un senado. Nace en la época de la guerra fría y entonces situó una idea popular de sacarnos de la butaca del mundo nuestro y llevarnos a viajar por las pugnas interplanetarias.

Aunque parezca binaria, de buenos y malos, es más compleja que esa dicotomía. En la oscuridad puede encontrarse el bien y a su vez un iluminado puede pasarse al lado temible. Si bien son conceptos arquetípicos con los que se movilizan fuerzas, constituyen uno de los emblemas de su narración cósmica.

Muchos, me incluyo, nos fascinamos con los adelantos tecnológicos que presentaban aquellas aventuras en contextos y geografías no imaginadas, con robots más inteligentes que otras especies como Arturito o R2-D2 o al fabuloso y diplomático C-3PO. Los artificios de la guerra de las galaxias, no daban para menos, la fabulación era estar con la fuerza y que esa fuera esencial en cualquier batalla. También interfiere como protagonista esencial la física, los misterios de emprender desafíos que a veces se balanceaban por el poder mental o algún hecho inesperado. Por ejemplo, finalizando la primera trilogía, que empezó en 1977, pone de manifiesto que una especie primitiva como los ewoks que no usa tecnología de punta y que vive en lo más natural es quien genera el desequilibrio a favor de los rebeldes, quienes son liderados por el místico Han Solo. Pero los enigmas abundan, desde la parte como fue creada, hasta aspectos tan particulares como lo legendario de Chewbacca. Un guerrero indoblegable, y como me contara Mauricio Leny, en la nueva entrega apenas vino a usar un arma y fue para dispararle al temible Darth Vader. Queda en remojo Luke Skywalker.

Los imperios gestados desde el lado de los rebeldes, hasta los del lado oscuro, desarrollan estrategias de guerra muy sofisticadas, pero serán las espadas luminosas las que brinden un sin igual interés entre los espectadores. Como lo suscitado por el halcón milenario, pese a estar en condiciones no muy adecuadas y resistir los embistes de encuentros y, estar por debajo de naves con mayores poderes, siempre sale airosa. Aunque El despertar de la fuerza coloca situaciones que jamás se pensaron sucedieran, como muertes de emblemáticos personajes y lo que sí es una constante, nuevas apariciones de seres, con incipientes poderes, demuestra su influencia en muchas generaciones.

La saga va para largo, apenas comienza el despertar de la fuerza y habrá mucho por decir. La magia de Star wars renació, andaba a la espera de un respiro, y la ha conseguido con mucho empuje. Que la inteligencia los acompañe para disfrutarla.

Ficha técnica

Año: 2015

País: Estados Unidos

Duración: 133 minutos

Director: J.J. Abrams

Guion: J.J. Abrams, Lawrence Kasdan, Michael Arndt (Personajes: George Lucas)

Música: John Williams

Fotografía: Daniel Mindel

Actores: Daisy Ridley, John Boyega, Harrison Ford, Adam Driver, Oscar Isaac, Carrie Fisher, Peter Mayhew, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Gwendoline Christie, Lupita Nyong'o, Andy Serkis, Anthony Daniels, Mark Hamill, Greg Grunberg, Kenny Baker, Simon Pegg, Katie Jarvis, Christina Chong, Miltos Yerolemou, Thomas Brodie-Sangster, Ken Leung, Harriet Walter, Iko Uwais, Yayan Ruhian, Warwick Davis, Jessica Henwick, Daniel Craig, Billie Lourd y Judah Friedlander.

Productora: Lucasfilm / Bad Robot / The Walt Disney Company

Género: Ciencia ficción. Aventuras | Aventura espacial. Star Wars. Secuela. 3-D