Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Bogotá

La eliminación no fue en Palogrande, ocho días atrás en esa lamentable presentación en Sao Paulo el Once Caldas selló su salida de la Copa Libertadores, lo que para muchos significa enorme descalabro, augurando otros más para la temporada.

Para mí, absolutamente normal que Corinthians con su peso y su gloria sea el clasificado. Es más, le alcanzó para dar cátedra en esos cortos pasajes de buen fútbol, toque, precisión y exquisitez al poner la pelota al piso. Revisen el gol.

Equipo hecho, maduro, costoso, frente a otro que apenas intenta resolver sus líos ofensivos, desconociendo si los refuerzos darán esa mano, porque al tenor del técnico los mismos insaboros de Arias y Romero son la solución. ¡Qué equivocado está¡ A propósito, Peñaranda y Fernández que hacen en la plantilla. Se supone que son delanteros. Porqué nunca jugarán ni son opción a sabiendas de que el Once Caldas tiene problemas en la última jugada. Deben ser bastante flojos.

Torres está confundido, sigue creyendo que Arias es el Ronaldo de este grupo, sin darse cuenta de que en 28 partidos -24 del semestre anterior y 4 de este año- marcó 3 goles en 2 juegos. ¿No será tozudez, terquedad o capricho, ignorar esas cifras?

El segundo tiempo contra Corinthians evidenció esas carencias. Si bien el arquero Cássio se lució en unas, en otras fue la mala puntería la que evitó una victoria decorosa que hubiese aminorado un tanto el ruido y la rabia de la tribuna.

Total, ni el mundo se acaba porque el Once Caldas quedó por fuera de la Copa libertadores, ni el equipo dejará de existir, ni los buenos hinchas de quererlo y acompañarlo, así que a mirar al frente y a enderezar el camino porque hay que pelear la Liga.

Se vio frente al Junior -duelo en el que mereció más- que hay cómo y con qué. Es cuestión de meterla, que no se dependa solo de Arango, fortaleciendo marca en el medio porque Hárrison no está viendo una, y de cubrir el hueco de Murillo por la izquierda.

Bravo el reto, dura la obligación, en contra seguramente de esas fuerzas que piden cambio de técnico, y que después reclamarán la echada del siguiente, y que viven del resultado, vigorizada su crítica por la discreta actuación en Copa.

Razón le sobra el presidente Rafael Castañeda al dar la cara. Le están apostando a una empresa, y si bien la opinión de los aficionados es importante, no se pueden mover al vaivén de sus reacciones, motivadas por la pasión de un triunfo o de una derrota.

Respaldar a Flabio Torres es lo más sano, da muestras de seriedad, de respeto por las ideas sobre las que estructuralmente se está edificando el club, porque eso de cambiar técnico en tres fechas luego de ser terceros el año pasado, es de locos. Momento para la calma. O imagínense a quién llegue pidiendo tiempo porque este no es su grupo, o más grave aún, quien es el salvador cuando hasta Osorio, el mejor de todos, pasa dificultades en un Nacional que conoce, armó a su gusto, con chequera abierta y estabilidad económica.

Justo un jalón de orejas para todos, entrenador y futbolistas, quienes tampoco pueden pasar de agache porque están cómodos, bien pagados, con quincenas al día, y en una plaza linda como Manizales, sin que parecieran responder a tantos lujos.

Hora de contrición, quizá ante los brasileños se perdió por categoría, pero aquí en nuestro medio están a la par, o inclusive con condiciones superiores, de muchos de los que tienen que enfrentar semanalmente. Así que, cambio de página y manos a la obra.

P.D. Es tan visceral el sentimiento del hincha que pocos se acuerdan que hace menos de dos años el Once Caldas estaba en la quiebra y a punto de desaparecer. Hoy tiene que ser el Real Madrid. Gracias Jaime Pineda y Kenworth de la Montaña, y no les debo absolutamente nada.

Hasta la próxima…

macotal@yahoo.com

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Justo un jalón de orejas para todos, entrenador y futbolistas, quienes tampoco pueden pasar de agache porque están cómodos, bien pagados, con quincenas al día, y en una plaza linda como Manizales, sin que parecieran responder a tantos lujos.