Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Bogotá

Sin jugar, con cupo a la Copa Libertadores puede terminar hoy el Once Caldas su aventura por la temporada 2014, lo que representa un éxito grande porque no se había armado para ser campeón, y el propósito fundamental era la salvación económica.

Total, se cumplieron los objetivos porque la reestructuración fue un hecho, y en lo deportivo si no hubiese sido por las limitantes ofensivas, otro gallo cantaría, en un torneo irregular que se teñirá de rojo, posiblemente con la octava cardenal.

Luego de un comienzo esperanzador, superando a los rivales con suficiencia, en el que todo entraba y los números mostraban algo diferente a la realidad, llegó ese lánguido final en el que anotar se convirtió en una odisea por falta de delanteros eficaces.

Se perdieron cuatro partidos en los cuadrangulares, la ausencia de gol fue causante del sinsabor, mal que se advirtió sin que se plantearan soluciones porque siempre se insistió con los mismos, motivo por el cual queda claro cómo se debe reedificar.

Entre Romero, quien convirtió 4 veces en jugada de movimiento, Arias que hizo 3, y el único de Jiménez, es fácil leer dónde estuvo el inconveniente, y el confort en el que vivieron estos señores durante 24 partidos, arraigados en la titular pese a las cifras.

Lo cierto es que se logró más de lo propuesto porque hasta la suramericana era la meta, por lo que se debe celebrar entendiendo el compromiso adquirido, llamando a la recomposición de la nómina con el fin de estar a tono con el reto que se avecina.

Deben entender la junta y el entrenador Flabio Torres las obligaciones que acaban de contraer, no solamente con el fútbol colombiano, sino con la afición del Once Caldas, con la plaza, y con la historia de un club que tiene pasado, y un prestigio por defender.

De esta forma volver a la competencia internacional exige un buen equipo, trabajo que debe mancomunarse entre la racionalidad financiera y la ambición que genera un modelo que satisfaga por su conformación, sus formas y su desempeño.

No se pide una plantilla que riña con la economía del club, pero sí respetable, que haga soñar y que convoque a la hinchada, y que responda a esas credenciales que recibe como embajador de un fútbol posicionado como el nuestro, gracias a la selección.

Por tanto se esperan noticias positivas en la salida y llegada de jugadores con decisiones ajustadas como las que se han tomado. Giraldo, García, Palomeque y Jiménez no tenían más que aportar, y esa lista bien se pudo ampliar con Arias, Romero, Sierra y Obeso.

Con relación a los refuerzos, los nombres de Fernando Uribe, Mateus Uribe, Yilmar Angulo y Elkin Soto son llamativos considerando las posiciones con mayor dificultad, y que están detectadas, con la ventaja de tener una defensa trabajada y sólida.

Lo importante es el interés por renovar, el proyecto es atractivo, el técnico es garantía, y también las ideas desde la cabeza. Y como la oferta seguramente incluirá Libertadores, el panorama comercial se abre, y es halagüeño por la contraprestación que ofrece.

Aunque a veces se exagera, como sucedió con Postobón que solo pagará 200 millones de pesos anuales por llevar la marca en la clavícula, valor bajo en una negociación que ha tenido bastante resonancia y que sirve lógicamente, sin que sea la panacea.

Además ese patrocinio no es exclusivo para el Once Caldas, lo están acordando con otros clubes del país, y hace parte del plan estratégico de medios montado por esa empresa luego de perder con Bavaria el nombre del torneo.

P.D. Es tiempo de volver, compartir con la familia aprovechando un poco el descanso tras un lindo año personal y profesional, por lo que ésta columna entra en receso por tres semanas. Al diario, gratitud perenne, y para ustedes el mejor deseo por unas felices fiestas.

Hasta la próxima…

macotal@yahoo.com

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No se pide una plantilla que riña con la economía del club, pero sí respetable, que haga soñar y que convoque a la hinchada, y que responda a esas credenciales que recibe como embajador de un fútbol posicionado como el nuestro gracias a la selección.