En Colombia todo gira estos días alrededor del hombre 10 del fútbol de Macondo, James Rodríguez.

Que si James jugó bien, que si lo hizo mal, que si lo cambió Ancelotti cuando jugaba mejor, que ese no es su puesto, que ya se irá acostumbrando;

Que ya demostrará que vale los 80 millones de euros; que si Ronaldo posó con él, que si se mechoniaron, que qué dicen sus demás compañeros del Real Madrid;

Que cómo les pareció el segundo gol que hizo jugando contra los troncos del Basilea, cuya gran virtud consiste en tener como hincha al tenista Roger Federer, que si le ha caído bien la paella o que manda por lechona y tamales a su Tolima del alma o por bandeja paisa a Envigado para cuyo equipo jugó en sus inicios;

Que si vendió hartas camisetas para ayudarle a Florentino Pérez a pagar la cuenta del fichaje, que si se están agotando los calzoncillos con su marca;

Que si ya sabe dónde queda la Puerta del Sol, o la plaza de la Cibeles, que si se ha ido de tapas en Madrid, que si los guayos son los que debe calzar;

Que si está muy estresado con la responsabilidad que tiene, que si no le quedó grande la camiseta, que casi matamos gallina en casa cuando hizo el primer gol con los
merengues;

Que si el gol que hizo fulano pasó antes por las piernas de James, que si tiene aseguradas las piernas, las rodillas, la tibia y el peroné;

Que si lo pondrán en el próximo partido, que si lo dejarán en la banca, que no, que necesita muchos partidos para no desentonar, que viva Colombia con James, carajo;

Que si habla harto con su mamá para que lo anime, que si reza para que el de arriba le dé una mano, sobre todo ahora que está empezando;

Que si lloró después de la derrota ante el Atlético de Madrid, o que si era sudor lo que le corría cachetes abajo, que eso es vergüenza del colombiano, respeto por su camiseta:

Que menos mal no ha habido silbatina desde la tribuna, que la bronca, por el momento, es con Iker y con el técnico, que los hinchas, así sean del primer mundo, no respetan pinta;

Que si la tarjeta amarilla que le sacaron fue justa, que todo el país está pendiente de él, que cuando James gana somos 48 millones los que ganamos, que si pierde el Real, solo pierde James;

Que si le dejan cobrar tiros libres, que no, que mejor cobra los tiros de esquina, que por qué no le dejan cobrar penaltis, que en todas esas acciones lo hace de maravilla en la selección;

Que si sus compañeros le tienen bronca por el platal que se mete al bolsillo, que si ya lo invitaron a cenar a sus casas, que si ya sabe el nombre de las encopetadas esposas de sus colegas del Real;

Que si no lo discriminan por ser "sudaca", que la zurda de James no ha brillado aún en todo su esplendor, que esperen y verán;

Que menos mal se largó Di María, que qué bobos los directivos dejar ir a semejante crack, que todavía no "empieza su romance" con la red, que por qué de pronto no lo mencionan en las crónicas deportivas.

Que James nos tiene sufriendo…