En algo útil habrá que gastar la placa en memoria de los ingleses que sitiaron a Cartagena. Sugiero remplazar la insólita leyenda por alguna de estas:
Joder, tíos, los ingleses me dejaron convertido en un sobrado de tigre, nos hicieron la vida imposible, y en reciprocidad los premian con placa. Dionisio, Sabas y demás, revivieron la patria boba. Ustedes reencarnaron en bobos desde ya. Blas de Lezo
Gracias, serpiente, por darnos la libertad por cárcel. (Adán y Eva).
Manuel, si no fuera por la silla vacía, no habría estado cuatro años en Palacio. Esa silla sin tus glúteos está capando Museo Nacional, al lado de tu toalla. Ahora, releyendo el libro que me escribió Camilo Gómez, mi enviado al Caguán, compruebo que mi enviado al Caguán, Víctor G. Ricardo me advirtió de que no irías pero me hice el loco por táctica y estrategia electoral. Gracias por la presidencia recibida: Andrés Pastrana.
Presidente Uribe, aunque usted no lo crea, le valoricé los tres huevitos. Y perdone el conejo que le puse pero nací para ser presidente como fuera. Agradecimiento eterno: Juanpa.
Santos: Si Lincoln lo hubiera sabido, no habría ido al teatro. Si yo hubiera sabido que lo graduaría de Judas, no lo apoyo. Sin exceso de admiración: Trinador Álvaro Uribe.
Sabas: Es tan exótica la lagartísima placa como el cohecho de una sola vía como el que me tocó a mí. Falta tu canazo porque cohechamos juntos, Sabitas: Yidis Medina.
Timochenko, si "Lafar" nos dejan con la carabina al hombro otra vez, regreso al nadaísmo. Y me asilo en Manzanares, mi terruño caldense, de donde salimos pitados. Fuimos de la diáspora. Firmemos ya: estoy jarto de tanta ropa vieja en Los Paladares de La Habana, de repetir mojitos en el bar de Hemingway y de tanto bolero en Dos Gardenias: Esperanzado a pesar de todo mi ateísmo, Humberto de la Calle.
Señores congresistas, empezando por Petro: ¡Chupen por bobitos¡ ¿Creyeron que iban a tener un Procurador de bolsillo? ¡Mamola! Espero que no se les haya indigestado la mermelada que les repartí a cambio de los voticos. Agradecimiento eterno, Alejandro Ordóñez (y me abro porque me voy a quemar algunos libritos que se me quedaron por fuera).
Gracias, ingleses, por haberme vuelto lo que sabemos en Waterloo. Agradecimientos adicionales porque me obligaron a tener a Santa Helena por cárcel. Yo inauguré esa figura de la que se apoderaron los malandros con suerte. Y con plata, claro: Napoleón.
Te amo, bellota, por caerme encima mientras roncaba en un parque. De otra forma, no tendríamos ley de la gravedad: Newton.
Alcalde Dionisio, gracias por despertarnos de nuestra siesta eterna, pero apenas puedo creer que nos dedicaron placa. Y menos inaugurada por el Príncipe Carlos que se marchita esperando su turno de mangonear. En todas partes florecen tontos. Regreso a mi sueño perpetuo: Almirante Vernon.
Una placa de los cartageneros a los ingleses es tan descabellada como un monumento del ratón al gato: Garfield.
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