El primer campeonato mundial de fútbol que vi fue el de ‘Alemania 74’, todavía en blanco y negro. No se veían tantos partidos como ahora, eran apenas 16 equipos y lejos de pensar que Colombia participara en un evento de estos. Brillaron figuras como el arquero Jan Tomasevsky y el goleador del torneo Grzegorz Lato, ambos de una maravillosa selección Polonia. Aparecía la ‘Naranja Mecánica’ de Holanda con su Pelé blanco, Johan Cruyff, y obvio, la Alemania campeona, la de Sepp Maier, Franz Beckenbauer y el ‘bombardero’ Gerd Mueller. Era la República Federal de Alemania, pues todavía faltaban 15 años para que cayera el Muro de Berlín. También participó el equipo de la República Democrática Alemana, que de democrática no tenía nada. En un partido que jugaron las dos alemanias, ganó la oriental uno por cero. Por un sentimiento de identidad innato, le hacía fuerza a los equipos latinoamericanos.
Luego llegó ‘Argentina 78’, con la novedad de que algunos partidos se podían ver a color, yendo a los poquísimos sitios que tenían un televisor de estos, un lujo y novedad para ese tiempo. Quién no recuerda al ‘Matador’ Mario Kempes, al ‘Pato’ Fillol, a Oswaldo Ardiles y Daniel Pasarella del equipo argentino campeón. O a Dirceu, Rivelino, Leao y Nelinho de Brasil. Incluso, al Perú de Cubillas, Cueto, Oblitas y Sotil. Por Europa brillaron Holanda, Italia, Francia y Polonia. Ya para ‘España 82’ se amplió a 24 equipos, y todavía hay nostalgia por el Brasil de Sócrates y Zico, aún duele un poco el partido que perdieron con Italia 3 a 2. Y llegó ‘México 86’ con la "canonización" de Diego Maradona. En adelante, un regalo encantador cada cuatro años. Porque eso es un mundial de fútbol para ya más de mil millones de personas alrededor del mundo: un regalo delicioso. Hoy en día no hay otro evento que atraiga a tanta gente en tantas partes. El Mundial tiene algo que es imposible describir.
Brasil 2014 ha sido en todo sentido, por lo menos como se ve desde un televisor, una fiesta más que buena. Goles en cantidad, equilibrio entre los equipos participantes, partidos emocionantes en los grupos y ya en octavos de final la ‘ñapa’ de los alargues y las definiciones por penaltis.
A pesar de las protestas previas y el malestar de algunos sectores de la sociedad brasilera antes del campeonato, así como de la posible corrupción que parece haberse dado con respecto a obras y estadios, Brasil ha sido un escenario perfecto: su encanto tropical y algo desprevenido, la exuberancia de su naturaleza, la inmensidad de su territorio que lo convierten en un continente y, sobre todo, la calidez de su gente.
Un amigo que acaba de llegar, y que ha sido buen viajero, me comentaba que nunca había visto algo igual a lo que se vive en Copacabana, Río de Janeiro. Miles y miles de personas de los treinta y dos países participantes. Una miríada de colores, banderas, rostros pintados, idiomas, bailes y alegría. En esta armónica Torre de Babel de lejos la colonia más numerosa ha sido la colombiana, lo cual algo tiene que significar.
Hay un elemento adicional que ha hecho de este mundial un espectáculo especial: los adelantos tecnológicos en telecomunicaciones e imagen. Las innumerables cámaras que toman todos los rincones de la cancha desde infinidad de ángulos, la cámara lenta, las aproximaciones, las repeticiones. El televidente no se pierde un solo detalle, se puede incluso ver claros los famosos ‘módulos tácticos’ de los equipos, que en principio los entendían sólo los iniciados, pero que ahora quedan al alcance de todos. Mención aparte merecen las tomas a las tribunas: otro festival de rostros, expresiones y colores, y de cuando en cuando las mujeres más bellas.
Lo hecho por Colombia hasta ahora en el campo de juego ha sido insuperable, algo que difícilmente pueda repetirse. Mañana la selección disputará el partido más importante de su historia y hay posibilidades de salir victoriosos.
El fútbol tiene algo de hipnótico, hay que admitirlo. Desde el pasado 12 de junio y hasta el próximo 13 de julio viviremos un estado mental modificado. Prueba de ello es que la política y sus noticias desaparecen o poco
importan.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015