Cómo no visitar en Agrigento la casa del más grande escritor siciliano de los tiempos modernos, Luigi Pirandello, nacido en 1867 y muerto en Roma en 1936 y que fue galardonado dos años antes de su muerte con el Premio Nobel de Literatura. Son sobradamente conocidas dos de sus obras: “El difunto Matías Pascal” y sobre todo “Seis personajes en busca de autor”.
Recibí una carta de un lector de Manizales que dice que se emocionó tanto leyendo mis comentarios sobre el Valle de los Templos de Agrigento como yo describiéndolo y que se ha animado a estudiar la arquitectura y el arte de los griegos y de los romanos.
Proseguimos el camino por el sur de Sicilia, por una carretera que avanza paralela al mar rumbo a Selinonte y a Segesta, los dos enclaves maravillosos que me quedan por visitar en Sicilia, ambos con inmensos parques arqueológicos de la antigua Grecia. Las ruinas de Selinunte pertenecen al municipio de Castelvetrano. Selinunte es una colonia griega fundada en el siglo VII antes de Cristo y vivió en constante guerra con su vecina Segesta. Atenas y Cartago se inmiscuyeron constantemente en la contienda. En una de esas guerras el cartaginés Aníbal Magón sitió con 100 mil hombres durante 9 días a Selinunte, la tomó, mató a 15.000 de sus habitantes y se llevó a 5.000 prisioneros. El guía de Selinunte nos dijo que su Parque Arqueológico es el más grande de Sicilia, de Italia y de Europa. Al respecto recuerdo que oí decir en Kusadasi, Turquía, que su Parque Arqueológico que es la antigua Efeso, es el museo más grande al aire libre de toda Europa y Oriente Medio. No sé si será verdad pero realmente es muy extenso. Sus construcciones se ubican a ambos lados de la larguísima calle principal que termina en el bien conservado y espectacular teatro griego.
Como no se sabe con exactitud a qué dioses estaban dedicados los templos de Selinunte los arqueólogos los distinguen con letras del alfabeto. Mirando con mucha curiosidad los templos, o lo que queda de ellos, compruebo que varios se alejan de la fórmula más aceptada en los templos dóricos de que ya hablamos en el artículo anterior o sea del 6 por 13, seis columnas de fachada y 13 laterales, el “dos equis más uno”. De los pocos restos que quedan del templo “O” se puede inferir que obedecía a la fórmula 6 por 14. Los templos A, O, B y D están muy destruidos; de ellos quedan restos de columnas en pie o por el suelo. El guía nos aclara las características que se conocen de estos semidestruidos templos. El templo “C” es el más antiguo y grandioso aunque no el mejor conservado. Su planta es un largo cuadrilátero y se pueden contar las 6 columnas frontales y las 17 laterales. El templo “D” era el templo dórico perfecto, períptero, hexástilo y con 13 columnas laterales. El templo “E” medía 67 por 25 metros y su fórmula columnaria era 6 por 15. Es el más reconstruido y por lo tanto el más entero y parece que era dedicado a la diosa Hera (la Juno de los romanos). Quedan ruinas de varios templos menores en este vastísimo Parque Arqueológico. Las murallas de la ciudad, en piedra, eran imponentes y en algunos sectores medían 6 metros de grosor.
El elemento fundamental de los templos es la cella, normalmente cuadrangular y en la cual se conservaba la estatua de la divinidad. Nuestro viaje sigue hasta Segesta.
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