Peregrinajes
Los bárbaros bárbaros (en su orden adjetivo y sustantivo) no podían faltar. Primero los vándalos, luego los hérulos, que en 476 dirigidos por Odoacro atacaron a Roma, la destruyeron y mataron al último emperador del imperio romano de occidente, llamado Rómulo Augústulo. Y por último los ostrogodos.
Taormina, la bella y esplendorosa, tiene 11.000 habitantes. Es una pequeña ciudad, muy “chic” cuya calle principal, el corso Umberto (sic), es una sucesión de almacenes elegantes, joyerías de lujo, tiendas de ropa y artesanías, casonas, palacios y plazas. A esta calle central le llegan perpendiculares por ambos lados muchas calles estrechas, abarrotadas de ateliers de artistas y restaurantes. Recorrer el corso Umberto es como hallarse en una babel: turistas de todo el mundo hablan sus idiomas, admiran la belleza de las edificaciones y se entregan al “shopping”. La calle se llama así en honor del rey Umberto (en italiano sin hache) que fue hijo de Vittorio Emanauele II, el que fundó la Italia moderna luego de la Guerra Franco Prusiana. En este histórico y patriótico empeño le colaboró Garibaldi. Este Umberto I que gobernó desde 1878 hasta 1900, año en que fue asesinado en Monza, se llamaba: Umberto Raineiro Carlo Emanuele Giovanni María Ferdinando Eugenio. ¡Quién fuera rey para ponerse tantos nombres! Y es que su padre Vittorio Emanuele II se llamaba: Vittorio Emanuele María Alberto Eugenio Ferdinando Luca Tommaso di Savoia. Y por lo que se ve los reyes siguen con la “manía” de los nombres largos porque el actual rey de España se llama nada más y nada menos que Felipe Juan Pablo Alfonso de todos los santos de Borbón y Grecia.
Actualicémonos en este asunto de la monarquía italiana: A este Umberto I le sucedió Vittorio Emanuele III que gobernó desde 1900 hasta 1946 y debió soportar los 20 años de la dictadura fascista de Mussolini. Muerto Il Duce, el rey huyó a Egipto donde murió en 1947 y entonces se instauró la república en Italia.
Volvamos a nuestra Sicilia. Después de los bárbaros vinieron los bizantinos y luego los sarracenos, a los que siguieron los normandos. Las mismas invasiones que tuvo la Puglia según contamos en anteriores relatos. Tiempo después el papa, (los papas andaban muy metidos en la política de la época) coronó a Roger II como rey de Sicilia, hecho que daría lugar pasando el tiempo al reino de las dos Sicilias. Vendrían luego los Hohenstaufen del famoso Federico II, ese rey excéntrico del que ya se habló en los relatos de la Puglia. Y luego por su orden llegaron los aragoneses, los españoles (eran dinastías diferentes) y por último los borbones a los que desterró Garibaldi cuando hizo su famosa Marcha de los Mil. Entonces, unificada Italia con Vittorio Emanuele II y Garibaldi, Sicilia entró a formar parte de Italia.
Los griegos a su llegada se establecieron en la costa, en la hermosa playa llamada Giardini di Naxos, ubicada en la base sur del Monte Tauro. Desde Taormina se domina allá abajo todo el paisaje de esta hermosísima playa, hoy totalmente poblada. Allí se han encontrado ruinas de templos, termas, estatuas y cerámicas de los primeros pobladores. Cuando la colonia de Naxos decayó en el siglo IV antes de Cristo los griegos se subieron al monte y fundaron Taormina. En esta encantadora ciudad hicimos centro de nuestras operaciones para la visita a las ciudades y localidades de la isla, llamada Trinacria por los griegos. Trinacria significa triángulo en griego antiguo, porque esa es la forma de la isla.
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