Decíamos ayer” que el siguiente destino era Gallipoli, en la casi punta de Italia. Casi punta porque la verdadera es Leuca, donde se acaba Italia por el sur, mirando al Africa. No se debe confundir con otro Gallipoli famoso, en Turquía. Se trata de la batalla de Gallipoli en el Estrecho de los Dardanelos, entrada a Estambul. Ocurrió en 1915, durante la Primera Guerra Mundial y fue un estruendoso fracaso para los aliados y para Churchil. Franceses e ingleses querían auxiliar a Rusia llevándole armas, para su defensa frente a los tres imperios, el alemán, el austrohúngaro y el otomano. El ataque aliado pretendía tomar a Estambul y la derrota fue  vergonzosa para ellos. Nunca pensaron que los otomanos podrían vencer a potencias aliadas tan poderosas como Francia e Inglaterra.
Canakkale es la ciudad en la que se encuentran las 
ruinas de Troya y abajo en la llanura se ubica el  lugar 
de ambas batallas, la de los aqueos y la de los aliados.  
Estando en la colina de Troya recuerda uno la Ilíada 
porque  en la llanura que está a los pies de la colina y 
que se alarga hasta el mar o sea hasta el Estrecho de 
los Dardanelos, estaban los ejércitos de Agamenón
 y sus aliados. En un viaje anterior a Turquía visité con  emoción ambos lugares, Troya y el lugar de la batalla de la que salió fortalecido el que sería el Gran Turco, Mustafá Kemal Pachá, padre de la moderna Turquía. 
En la colina de Troya tienen una gran estatua de 
madera del famoso caballo que fue invención de 
Ulises.
¡Oh Gallípoli! “bello puerto de mar” en la Puglia. La 
llegada por tierra es espectacular. El puerto con las 
pequeñas embarcaciones de colores y protegiéndolo el castillo macizo, poderoso. La ciudad es meca de turismo de verano por la belleza de sus playas y por la 
espectacularidad  de la ciudad antigua. Es que Gallipoli son dos ciudades, una, la antigua, se asienta en un promontorio que es una  isla y se une a la ciudad 
moderna, llamada burgo, por un largo puente. 
Verdadero tesoro de la ciudad es la fuente más antigua de Italia, ubicada al comienzo del puente. Lástima que la salinidad del mar la tiene bastante erosionada, pero se pueden ver todavía perfectamente los frisos y las cariátides que recrean la metamorfosis  de Salmacis y de Biblide. La ninfa Salmacis se enamoró de Hermafrodita, hijo de Hermes y Afrodita, y la historia de este amor que nos cuenta la mitología griega fue tormentosa. Ovidio en su Metamorfosis narra el amor incestuoso de Biblide por su hermano Cauno. La fuente es greco romana. 
Entre todos los invasores que por Gallipoli pasaron se 
cuentan los aragoneses y los franceses, como ocurrió 
en toda la bota italiana. En todas las ciudades italianas se recuerda a Vittorio Emanuelle con veneración; es el padre de la unidad italiana, el padre de la moderna Italia. Su verdadero nombre era: Vittorio Emanuele María Alberto Eugenio Ferdinando Luca Tommaso diSavoia. (¡Quién fuera rey para poder ponerse, sin que se burlen mucho de uno, una retahila  de nombres!). El éxito del rey se debió en gran parte al ministro que tuvo, el famoso Cavour, verdadero maestro de componendas y astucias. La unidad italiana la logró entre 1870 y 1871 y para ello hubo de malquistarse con el papa lo que a Víctor Manuel no le importó. El iba a lo que iba y lo logró. Plazas, calles, monumentos, todo lo necesario para perpetuar su memoria se encuentra por todas partes en Italia y en Puglia desde luego.