Visitemos el Valle de los Templos de Agrigento. Me dispongo a gozar de un banquete espiritual y artístico incomparable. Comencemos por el Herakleion, el Templo de Hércules. Hago una pequeña observación lingüística. En griego se llaman Herakles y Asklepio, el héroe y el dios de la medicina respectivamente. La combinación fonética “kles” pasa al latín y al castellano como “cul”. Entonces Herakles será Hércules y Asklepio será Esculapio.
El Herakleion es el más antiguo templo dórico de Agrigento. Fue construido en el siglo VI a.C. De las 44 columnas originales quedan 8 de pie, orgullosamente erguidas hacia el cielo, azul en esta temporada de mi viaje. El templo fue períptero y hexástilo. Períptera es una construcción cuyos lados son totalmente adornados por columnas. Este estilo arquitectónico era acostumbrado en los templos en la época grande de Grecia, entre los siglos VI y III a.C. El Herakleion era hexástilo o exástilo, lo que quiere decir que en la fachada tenía 6 columnas. Cuando el templo tenía 8 ó 4 columnas frontales se lo llamaba octástilo o tetrástilo, respectivamente.
En mi filmoteca tengo fotos de muchos templos perípteros como el más conocido de todos, el Partenón, como la Maison Carrée, (la Casa Cuadrada) de Nimes, y la iglesia de la Madeleine de París. Cerca de los vestigios que quedan del Herakleion está la tumba de Terón, un tirano que fue de Sicilia, hombre culto y belicoso en cuya corte estuvo el poeta Píndaro que le dedicó alguno de sus cantos. La tumba es una torre maciza, todavía en pie, de planta cuadrada.
Me dirijo ahora al Templo de Júpiter Olímpico, el Olimpieion. Fue construido en el siglo V a.C. y era un falso templo períptero ya que la fachada era un poderoso muro con columnas intercaladas. Las columnas eran en realidad telamones. En griego clásico telamón significaba soporte y lo mismo podía ser una prenda de vestir que sostenía otra, como un objeto que apuntalaba a otro. En arquitectura los telamones eran también soportes, o sea estatuas de figuras masculinas que hacían el papel de columnas. Eran la versión masculina de las famosas cariátides, estatuas de mujeres que a manera de columnas sostenían los templos. Las más famosas cariátides, es bueno recordarlo, eran las cuatro que sostenían una fachada del Erecteion, el templo jónico ubicado al lado del Partenón en la Acrópolis de Atenas. Sabemos que las cuatro famosas cariátides están repartidas entre el British Museum de Londres y el Museo Arqueológico de Atenas. Las que admiramos en el Erecteion son copias. Las últimas cariátides que he visto son las que sostienen la fachada de un palacio contiguo al Parlamento de Viena y que fotografié en septiembre del año pasado.
Uno de los ciclópeos telamones está en el suelo y es copia del original que se guarda en el Museo Arqueológico Regional de Agrigento. Este Olimpieion fue considerado en la antigüedad como el templo más grande después del famoso de Diana en Efeso, el que incendió un megalómano de nombre Eróstrato. Según Plutarco el templo fue incendiado el mismo día que nació Alejandro Magno.
Seguimos en el Templo de los Géminis, Cástor y Pólux. Así como las 6 enormes columnas corintias que quedan en pie del templo de Baalbek en el Líbano son el emblema arquitectónico del país (el emblema oficial es un árbol de cedro de 2.000 años que visité el año pasado), de la misma manera las 4 columnas frontales que quedan del Templo de Cástor y Pólux son el emblema de Agrigento.
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