Andrés Hurtado García
Viviendo en la ciudad hay muchas posibilidades y formas para resolver los problemas prácticos que surgen a diario; no ocurre lo mismo en la selva. Quienes viven allí tienen manera para resolver sus problemas, aunque de todos modos las carencias son enormes. Pero para el citadino que camina la selva las cosas no son tan fáciles. He caminado selva días, semanas y meses, sí, una vez hice una travesía de selva de 35 días en Colombia, pero ello no me convierte en hombre de selva. Es preciso haber nacido y vivido allí para serlo con todas las implicaciones que ello conlleva. Jairo y Jaime, los hermanos Gómez Neira, resuelven todos los problemas, o casi todos, desde el daño de un motor, hasta ayudar en los trámites con los indígenas.
En Carurú nos encontramos con un caldense nacido en Aranzazu. Se trata del teniente Coronel Néstor Giraldo Giraldo que es el comandante del Batallón de selva 52, asentado en el cauce medio alto del río Vaupés. Es un alto oficial serio y amable y nos recibió con mucha cordialidad y se ofreció a prestarnos ayuda. Lo acompañan entre otros los tenientes Camilo Guerrero de Bogotá y Giovanny Isaza de Medellín.
Gracias a las gestiones de Jairo Gómez habíamos tomado contacto desde Bogotá con John Jairo Durango. Confieso que cuando me dijeron que era concejal no sentí mucha simpatía, Presento excusas a los concejales pero es que la clase política en general inspira poca simpatía a los colombianos. ¿Por qué será? Pero si estoy hablando del concejal John Jairo es porque según pudimos comprobar y sobre todo oír de las personas de Carurú y de las veredas del río por donde ibzmospsando,se trata de un orqaoir de todasla spersonas de _Carurun genrfal me inspira poco,poca simpat con los indíbamos pasando, se trata de un ciudadano colaborador, serio y querido por todos. Fue nuestro gran aliado y ayuda en todo momento en Carurú y en Yuruparí. En la próxima legislatura John Jairo aspirará a la asamblea del Vaupés. Ojalá logre conseguir los votos suficientes para ser elegido diputado pues será de gran ayuda para Carurú, de donde es actualmente concejal y sobre todo para el departamento. De las tres persona que nos acompañaron en la selva, personas maravillosas, hablaré en su momento. Son Libardo, Wilmer y Alcides y colaboraron con las cargas y en el montaje de los campamentos.
En la selva amazónica colombiana he realizado varias travesías, todas uniendo ríos. Me explico. Globalmente se considera Llanos Orientales a la zona ubicada al norte del río Guaviare y selva amazónica la ubicada al sur de este río. Esto es lo que dicen o lo que decían las geografías. Hoy desafortunadamente ya no es así. La tala criminal y dolorosa de la selva avanza hasta muy "abajo", al sur del río Guaviare, convirtiendo la selva en potreros y más potreros. Si miramos la altillanura de los Llanos vemos que todos los ríos corren hacia el oriente con la mira puesta en el lejano Orinoco. Se puede decir que corren todos casi paralelos, excepto los que recibe el Meta por su margen izquierda que son muchos. Por la margen derecha solo recibe un afluente. Esto se debe a lo que se llama la altillanura. Así que el Meta, el Tomo, el Tuparro, el Vichada, el Guaviare (engrosado arriba por el Guayabero y el Ariari y abajo por el Inírida), todos van derecho hacia el Orinoco. Lo mismo ocurre con los ríos del sur del Guaviare, todos corren, más o menos paralelos, buscando el lejano Padre Amazonas y entrando para ello a Brasil. (Seguiremos).
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015