La política se mueve sobre una plataforma de adivinanzas. Pensar lo que ocurrirá mañana, es un temerario oficio de casandras que se engolosinan creando supuestos escenarios, generalmente equivocados. En un segundo se puede cambiar la historia de un país. La sorpresiva e inesperada muerte de Gilberto Alzate enterró el destino de una generación. El deceso trágico de Luis Carlos Galán desangró las arterias de Colombia.
Predecir el futuro es oficio de los Tiresias que en el mundo han sido. Este adivino señaló con anticipo la ruta fatal de Edipo, el ser más desgraciado de la humanidad. Ahora las encuestas han marginado las fantasías de los arúspices. El sondeo científico de lo que la gente piensa da una aproximada certeza sobre la inclinación de la opinión pública. Pero puede tener sus desfases. Harry Truman es un personaje histórico. Al morir Roosevelt asumió la presidencia. Se postuló para llegar nuevamente al poder. Pronosticaban su derrota. Sorprendió al mundo su elección.
En la actual mezcolanza política de Caldas, todos creemos tener derecho a señalar quiénes serán los vencedores y obviamente vaticinar los nombres de quienes cargarán la cruz de la derrota. Hay una fruición íntima en esas holganzas imaginarias que dan renombre de profetas a quienes aciertan en los pronósticos o descalifican a los augures si los hechos se desenvuelven en contrario a las cábalas conjeturadas.
Vamos al grano. Se desvaloriza, a veces, la importancia de las Asambleas. Muchos no les dan la dimensión que tienen en el organigrama de los departamentos. Las ven como una montonera mediocre de demagogos pueblerinos, voz de menudos apetitos aldeanos. Éstos son juicios apriorísticos. Los diputados son los personeros legítimos de todas las regiones. O mejor, el puente entre la comunidad y el gobierno, con la categoría e importancia de haber sido escogidos en democráticos combates populares. Todas las decisiones que se tomen, de trascendencia, pasan por su tamiz.
Tienen otro enfoque trascendental. En las Asambleas se forman los grandes líderes del país. De allí salen los estadistas, se plasman las vocaciones para el alto gobierno, se abren espacio nacional los oradores. Se aprende a magnificar la patria, a enfocar, con lindero lejano, los achaques que nos afectan y las soluciones para las falencias.
¿Quiénes serán los próximos diputados? Los oráculos dicen:
Por la corriente liberal de Mario Castaño: David Gutiérrez Estrada, Gladys Galeano, Luis Fernando Mejía, Silvio Arboleda, Luis Guillermo Velásquez. (Elige dos).
Línea de Adriana Franco: Jhon Jario Gómez, Jorge Hernán Aguirre, Óscar Tapasco Triviño. (Elige uno).
Partido conservador sierrista: Félix Chica, Jorge Luis Ramírez. (Elige dos).
Partido conservador yepista: Mauricio Londoño, Ómar Reina. (Elige dos).
Centro Democrático: Bernardo Antonio Corrales, Nicolás Aguilar. (Elige dos).
Cambio Radical: Héctor Giraldo, Carlos Reyes. (Elige uno).
Unidad Nacional: Juan Sebastián Gómez, Luis Osorio, Henry Gutiérrez, Danilo Gutiérrez. (Elige dos).
Mira: Paula Andrea Osorio. (Elige uno).
Polo Democrático: Óscar Gutiérrez y Arahugo Gañán. (Elige uno).
Después de las elecciones explicaré por qué me equivoqué en estos pronósticos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015