¿Estaríamos dispuestos a preparar nuestra casa con muchos adornos y a comprar regalos, gastando el dinero que tenemos y hasta endeudarnos para celebrar una fiesta de cumpleaños de alguien que no conocemos, que no estará invitado y que no sabemos su nombre? Puesto de otra manera ¿Qué pensaría si alguien que no conoce, hace muchos preparativos, adorna su casa y compra regalos para celebrar su fiesta de cumpleaños, pero usted no está invitado, no está incluido en los regalos y si se le ocurre pasar por la fiesta no lo dejan entrar y lo tratan como un extraño?
Tal vez suene raro, pero es lo que hacemos cada año, católicos y no católicos, cuando desde el mes de noviembre ponemos adornos y luces de Navidad y nos gastamos el dinero en montones de regalos, preparamos una gran fiesta con mucha comida y bebida, para celebrar la Navidad y por ninguna parte aparece el nombre de Jesús; si acaso, se reza una novena ‘de afán’ con los niños. La Navidad se convirtió en una fecha comercial, llena de costumbres y figuras que para la mayoría hacen parte más de una tradición cultural que de una creencia espiritual. Parecería que en todo este período nos preparamos para romper las dietas, comprar hasta quedar en bancarrota y beber todo el trago que ofrezcan en las novenas.
Si esto pasa con la Navidad, ni qué decir lo que sucede con el adviento. En latín ‘adventus’ significa ‘venida’, la liturgia de la iglesia da este nombre a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como un período de preparación para fortalecer nuestra vida espiritual en comunidad, en familia, con amigos y en solidaridad con los menos favorecidos. Sin embargo, después de estas fiestas, que tienen como propósito una renovación del espíritu para el comienzo de un nuevo año, muchos encuentran que se gastaron lo que no debían, en compras y regalos que terminaron siendo innecesarios, que recuperaron el peso que con tanto esfuerzo habían perdido, que sus tarjetas de crédito están repletas y que en cambio de estar descansados y llenos de energía, se sienten agobiados.
Por supuesto que debe haber excepciones, tanto de los no católicos que en su coherencia no siguen las costumbres de esta época, como de católicos que entienden que este es un período de celebración espiritual y no de francachela y comilona ‘como diría el Renacuajo Paseador’. Pero también puedo suponer que muchos otros, llevados por una tradición cultural, de la cual no tenemos mucho conocimiento, nos dejamos meter en el torbellino de comprar, comer y beber hasta que el bolsillo y el cuerpo ‘aguanten’. Si esto pasa con la Navidad, yo me pregunto cuántas otras cosas estaremos haciendo porque otros las hacen, porque es la moda, porque es la tradición, inmersos en una sociedad consumista que se olvida de la esencia, que se queda en la forma y pierde de vista que lo más importante, al final del día, tiene que ver con nuestra capacidad de reconocernos y valorarnos en el encuentro con el otro, como seres humanos.
Si retomamos el sentido de la palabra adviento, independiente de las creencias espirituales, éste sería un buen momento para revisar cómo queremos prepararnos para un nuevo comienzo, cuáles son esas cosas que necesitamos rescatar y cuidar para el siguiente paso. Los logros en la vida no se improvisan, los buenos resultados son, generalmente, producto de un propósito claro, un trabajo comprometido, el esfuerzo sostenido, la persistencia ante los obstáculos y sobre todo ‘las ganas’ y el amor que pongamos en lo que hacemos. Así que, es el momento de sacudirnos para descubrir cuál es el sentido de muchas de las cosas que hacemos, qué estamos haciendo para tener una vida más plena, para contribuir a que este pedacito de mundo en el que vivimos sea mejor. Y si usted es católico, recuerde que el regalo más importante de esta época es amar a Jesús y a nuestros hermanos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015