Parecería que el mayor interés de hoy es mirar lo que nos separa y no lo que nos une, identificar de qué lado está el otro y si no estamos en el mismo lugar, usted está equivocado, no entiende o es un irracional. A veces me pregunto si lo que se firmó en La Habana fue un ‘Acuerdo por la Paz’ o un ‘Pacto con la Guerra’ para que los colombianos saquemos toda la fuerza para defender lo que cada uno considera que es la paz. Es tan absurdo lo que estamos viviendo que el siguiente paso podría ser que ‘está prohibido hablar de paz’; cada vez que algún valiente pone el tema, pensando que es posible plantear una conversación ‘pacífica’, aparece un defensor radical, del Sí o del No, con toda la artillería para demostrar que ‘ellos’ tienen la razón.
¿Será que se dan cuenta de lo que hacen? ¿Será que hemos llegado a tal punto de irracionalidad que, de verdad piensan que están defendiendo la paz? ¿Cuál paz, la de Uribe o la de Santos? Se equivocan, es la paz de todos los colombianos ¿A quién se le ocurre que tratar de convencer a los demás, a la fuerza o con mentiras, es sinónimo de paz? Ahora que se firmó el acuerdo parecería que el propósito es que ‘David mate a Goliat o Goliat a David’ ¿Quién es el gigante de la historia y quién es el pequeño que mata al gigante? Sospecho que los dos son gigantes débiles que quieren derrotar la paz o lo que sea que quieran lograr, porque parece que vamos en la dirección contraria a lo que sería avanzar hacia una convivencia pacífica, no con los guerrilleros, entre los que hacemos parte de esta sociedad civil.
No hay duda que a este proceso de transformación del país le han faltado muchos ingredientes y como dice Francisco Manrique, en su blog de esta semana, lo más importante que ha faltado es LIDERAZGO, con mayúscula. Estamos tratando de avanzar hacia la paz desde el poder, desde la autoridad, desde los argumentos ‘irracionales’ y perdimos de vista que la paz es un estado de armonía, de tranquilidad, de no violencia entre seres humanos y el primer paso para estar tranquilo y en armonía, con uno mismo y con los demás, es la aceptación; cuando aceptamos dejamos de pelear, con nosotros y con los otros, soltamos, dejamos ir y nos sentimos más livianos. Si aplicamos esto al acuerdo por la paz, tal vez es hora de aceptar que es el mejor resultado de estos cuatro años de negociaciones y, claro que no es perfecto, pero es un paso para reflexionar y hacernos cargo de la responsabilidad, que tenemos todos, en la construcción de una nueva realidad.
La Madre Teresa o más bien, Santa Teresa de Calcuta, decía que ‘El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió’; si el perdón es una decisión que nos permite tener paz en el alma, podríamos decir que la paz también es una decisión personal que, solamente se convertirá en un ejercicio colectivo, si logramos avanzar y conectarnos desde lo que nos une, no desde lo que nos separa. Es hora de empezar a poner el foco en otro lugar, dejar de darle vueltas y reafirmar los dolores del pasado, para soñar con un nuevo país. El dolor y el resentimiento no son un buen sitio para construir una nueva realidad y menos para avanzar hacia una convivencia pacífica, Colombia necesita una nueva pedagogía para la paz y no creo que esto se pueda lograr con los mismos argumentos del pasado que nos llevaron a la división y a la guerra. Estamos ante un proceso de aprendizaje colectivo que requiere refrescar la imaginación y construir desde la esperanza; un ejercicio en el que cada colombiano sienta que está invitado a participar, que es su compromiso y responsabilidad, dejar un mejor país a las generaciones futuras.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015