Falta menos de un año para la elección de gobernadores y alcaldes. En Caldas se van mostrando los interesados para tantear la respuesta de la gente que, finalmente, termina definiendo el pulso de los líderes de los partidos.

En Colombia, con la crisis de los partidos y de la política, ha hecho carrera eso de personalizar las elecciones, no se escoge a un plan de gobierno, ni mucho menos a una idea de desarrollo, se elige al que está con Uribe, al que está en contra de Uribe, al que se muestre más carismático, más honesto. En las campañas se han dejado de lado un buen número de temas fundamentales sobre lo público, como cuál candidato presenta el mejor plan para mejorar la movilidad, para fortalecer la educación, para incentivar la competitividad. Esa idea de que el que dirige un territorio debe ser el más capaz y plantear de manera unilateral su agenda de trabajo es contraria al debate democrático.

Por ejemplo, en Manizales es claro que el nuevo alcalde deberá prestar atención, cuando antes, a la implementación del sistema de transporte masivo, a la comuna San José y a Aerocafé. Pero habría que incluir otros temas en los debates y en los planes de campaña ¿qué más se espera de ese alcalde? ¿Qué se le pide que haga ahora para que funcione en 15 años? Los períodos cortos de 4 a 6 años no incentivan el desarrollo de políticas públicas de largo plazo porque no tiene réditos políticos para aquel que las implementa.

Es ahí donde es fundamental el trabajo de la sociedad civil organizada, en el desarrollo de ideas, políticas, programas y proyectos de largo plazo, que se puedan incluir en los planes de campaña y, posteriormente, en los planes de desarrollo y de gobierno. En los últimos años Caldas ha avanzado mucho en la institucionalización de grupos que buscan identificar alternativas de desarrollo a largo plazo, Estoy con Manizales, Manizales Cómo Vamos y Manizales Más, son algunas de esas iniciativas, relativamente nuevas, que tiene diagnosticado los temas de estructurales en los que se debe trabajar desde la agenda pública para hacer de éste un mejor territorio. Así mismo, las universidades, los gremios, los sindicatos, las asociaciones de usuarios de distintos servicios, entre otros, tienen una lectura estudiada sobre las acciones que deben implementarse para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de la región.

Así pues, las instituciones ciudadanas juegan un papel muy importante para que las campañas estén llenas de ideas y proyectos, no de descalificaciones y ataques personales y para que las acciones que componen los programas de gobierno no solo provengan de los candidatos, sino que estén impulsadas, respaldadas y apadrinadas por las organizaciones que llevan años estudiando los temas clave para el desarrollo de la región.