En la década del 60 se llegó a decir que el mundo del buen arte estaba dominado por tres Pablos: Pablo Casals el músico, Pablo Picasso el pintor y Pablo VI el Papa beatificado el pasado domingo.
Los tres tenían la particularidad anotada por Bruno Snel: "la dimensión del espíritu es la intensidad"; los tres vivieron con ardor amoroso sus vidas e hicieron con la misma fuerza sus deberes y obras.
Pablo Casals, nacido en Tarragona (España) era de procedencia musical y desde pequeño empezó estudios musicales en Barcelona; pasó a perfeccionarse en Bruselas y París; allí fue la primera vez cuando tocó como solista en un concierto arrancando positiva crítica mundial.
Se dice que ha sido hasta ahora el mejor intérprete de este instrumento que él elevó a alto rango: el violoncelo; fundó un conjunto de cámara y se interesó en hacer cercana a todos la música clásica pues organizó "la asociación obrera de conciertos" para enseñar a todos el arte sublime de la música; algo parecido a nuestra institución Batuta que tanta difusión musical propicia entre la niñez y la juventud.
Compuso muchas obras para piano, cuerda y coro; el oratorio "el pesebre" le era exigido en casi todas las partes del mundo donde se presentó pues compuesto por él era de belleza inmensa; también compuso en 1971 el himno oficial de la ONU, (Naciones Unidas). Casals murió el 22 de octubre de 1973.
Hablando de su instrumento decía: "es un instrumento encantador que tiene su propia personalidad; he trabajado con él durante casi 50 años y por nada del mundo lo cambiaría; es mi amigo inseparable, el compañero de mi vida musical. Reconocería su sonido en las sombras de la noche en cualquier parte de la misma manera que uno reconoce la voz de un ser querido".
La vida de Casals que no fue fácil a pesar de sus éxitos me parece que tiene facetas que vale la pena resaltar; lo primero es constatar ante sus luchas y tropiezos que quien no ha vencido la adversidad, no conoce la fortaleza.
Qué magnífico sería que cada uno de nosotros se propusiera como él perfeccionar al máximo lo que hace; hacer de la mejor manera mi trabajo, manejar como nadie mi lapicero escribiendo bien, hacer de mi voz un instrumento agradable en palabras y sonidos; llegar a ser el mejor esposo y trabajador, la mejor esposa que mantiene arriba la ternura en el hogar.
Llegar a ser quien maneja a perfección el instrumento que me permite expresarme como Casals interpetaba su violoncelo; ser el mejor taxista, el recto conductor de mi moto o bicicleta, aquel o aquella que mantiene en un orden perfecto el entorno en el cual vive.
Como él amaba su viejo violoncelo, saber amar a mi viejo compañero, a quien hace años está a mi lado y con quien vivo en armonía; es amar como el Señor quiere, es armonizar el mundo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015