El maestro Fernando Sánchez Torres tiene pergaminos suficientes para expresar comentarios sobre la formación del médico, aunque no siempre se compartan.

La semana anterior escribió en El Tiempo su columna bajo el título Dimensión Social de Médico. En ella hace planteamientos que es necesario retomar de nuevo.

No hay que repetir todas las argumentaciones expresadas por el Maestro, en ellas se consolida su pensamiento sobre el deber ser del médico colombiano, independientemente de la tecnología que tenga a su disposición.

La educación de la población es política de Estado. La sociedad tiene como obligación la educación integral de todos los colombianos. En medicina se debe comenzar con otros planteamientos, escrutando la procedencia e intenciones de quienes quieren ser médicos, ya sea que lo decidan temprana o tardíamente.

Para entrar en la teoría y en los asuntos pragmáticos, existen cuatro preguntas tradicionales que no siempre tienen respuestas afortunadas: ¿Cómo decidió ser médico? - ¿Por qué quiere ser médico? - ¿Para qué quiere ser médico? -¿Tiene las cualidades para inicialmente estudiar medicina y luego ser médico?

Es necesaria una sincera y profunda autorreflexión que contestará a las preguntas que se pueden hacer en cualquier momento de la vida de un médico. Independientemente de que el aspirante, el estudiante y el médico dispongan de consejeros, de cualquier clase, que le ayuden a encontrar las respuestas que le satisfagan y lo ubiquen en concordancia con su personalidad.

Muchos afianzan la decisión de ser médicos durante sus estudios y prácticas.

Cualquiera puede obtener un título de médico, así haya restricciones impuestas e injustas para el médico general. Pero no todos serán médicos en el sentido amplio de quienes han sido los ejemplos de un buen ejercicio profesional, que no andan en los caminos de la infalibilidad ni del error continuo.

El estudiante de medicina, como de las demás profesiones, se debe preparar para el servicio de la sociedad, en ello las universidades deben enfatizar promoviendo y forjando en él un sentido social que no debe abandonar hasta el término de sus días.

Hay que aplaudir su concepto sobre la mediocre formación de los médicos. Esta deficiencia se convierte en una conducta antisocial poco reconocida por las autoridades de salud, universitarias, académicas y gremiales.

El compromiso y la sensibilidad social no deben ser exclusivas del médico, son un mandato para todo ciudadano y por ello no hay distinción de profesión u oficio, o estado del poblador para que se cumpla sin atenuantes.

El médico debe ejercer su profesión para todos, sin distinciones, y cuando cae en el peligroso acto de discriminar, borra el sentido de llamarse médico. Es imperativo que el médico asuma su responsabilidad social y defienda a los ciudadanos violentados en sus derechos, sin el límite erróneo de lo que se considera como salud.

Atribuye el Maestro la indiferencia de compromiso social del médico a la pésima preparación en Ciencias Sociales. Es posible, pero hay que entender que la formación en lo social del médico depende de cada instante de contacto con profesores, pacientes, compañeros y el entorno, que es fundamental para que comprenda el medio en el cual se encuentra, o en el que va a ejercer su profesión, que es toda Colombia.

Si los profesores no tienen el sentido social que se les exige para proyectarlo entre sus estudiantes, se debe concluir que ya hay una inmensa deficiencia en la universidad. Cuando los docentes no van más allá de su reducida ciencia o su restrictiva técnica, ¿Qué podrán esperar de sus estudiantes con títulos?

La salud es un asunto que tiene raíces y proyecciones políticas, sin las cuales es imposible ofrecer soluciones que trasciendan en bien de los ciudadanos, pero cuando hay interferencias politiqueras y mercantilistas, el armazón se desbarata como ahora. ¿Dónde están los profesores, estudiantes y médicos del sector?

Nota 1. Tiene razón esta vez, Don Efraim: Ábrase/abráse. Gracias

Nota 2. Envidiable, la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, con su Hospital Universitario.