Para referirse a Camilo Torres, el sacerdote guerrillero muerto en su primer combate, el columnista Jotamario Arbeláez escribe: “El 15 de febrero va a conmemorarse la baja del prelado…” (El Tiempo, 20/1/2016). Y en el segundo editorial de El Tiempo del mismo día, su redactor se expresa así: “Coincide también con la proximidad de la fecha, el 15 de febrero hará 50 años, de haber sido dado de baja el cura guerrillero Camilo Torres…”. Según la Iglesia Católica, Camilo Torres no fue ni ‘prelado’ ni ‘cura’. En efecto, ‘prelados’ (del verbo latino ‘praeferre’-‘llevar delante, ante sí’- a través de su participio ‘praelatus’, ‘puesto delante, preferido’) son, además de algunos abades, únicamente los sacerdotes que ocupan las dignidades superiores de la Iglesia, como los obispos y arzobispos, llamados también ‘jerarcas’; y ‘curas’, solamente los párrocos, porque están ‘al cuidado’ (‘cura’, en latín) de sus feligreses. Hay que anotar, sin embargo, que popularmente se les dice ‘curas’ a todos los sacerdotes o presbíteros católicos, muchas veces en tono despectivo; y que Camilo Torres quedó marcado para la historia con el mote de ‘el cura guerrillero’. ¡Lástima!
* * *
Antiguamente oíamos con frecuencia hablar del caldo con ‘sustancia de gallina’, y muy acertadamente, porque, en este caso, ‘sustancia’ es el“jugo que se extrae de ciertas materias alimenticias o caldo que con ellas se hace”. Y así como hay leyes y asuntos y personajes y alimentos con ‘sustancia’, los hay también ‘insustanciales’, vale decir, ‘sin sustancia’. De aquí se deduce que la ‘sustancia’ (del latín ‘substantia’, ‘lo que está debajo’) no es la cosa misma, sino que está en ella. Por esto, a la columnista Beatriz Chaves Echeverry se le desafinó toda la orquesta cuando escribió esto: “Y una de las sustancias más importantes en la formación humana es la ética…” (LA PATRIA, 23/1/2016). Le ‘ética’ no es una ‘sustancia’. Sin hablar de ella como parte de la Filosofía ni como una cualidad o virtud de quien la practica, la ‘ética’ es “el conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”. Como la ética profesional o deportiva o familiar. Esas ‘normas morales’ son la ‘sustancia’ o la ‘esencia’ de la ética, que, creo, era de lo que hablaba la señora Chaves Echeverry.
* * *
Aunque parezca improbable, el editorialista de El Tiempo confunde los verbos ‘arriar’ y ‘arrear’ (no importa que pronunciemos este último como el primero). La prueba de esta afirmación es la siguiente frase: “Y que la defensa de las instituciones y del bello oficio sea una bandera que no se arreará jamás” (Duelo para el periodismo, 25/1/2016).“…una bandera que no se arriará jamás”, señor. Según Corominas, este verbo ‘arriar’ (“bajar velas, banderas, cuerdas en un buque”) es una variante de ‘arrear’ en el sentido de ‘arreglar’, porque también significa “poner arreos, adornar, engalanar, hermosear”; y “dar seguidos tiros, golpes, etc.; por extensión, pegar un golpe o un tiro”, verbigracia, “el boxeador Aaron Pryor le arreó cuarenta y siete golpes al ‘Happy’ Lora en un asalto”. En cambio, ‘arrear’, con la acepción de “estimular a los animales para que caminen”, proviene de la interjección ¡arre!, que se emplea con el mismo fin: origen diferente, diferente significado.
* * *
A estos periodistas ¿por qué les gustará tanto complicar su redacción con términos inadecuados para lo que pretenden expresar? En el pie de foto de “Brillaron en la Patagonia” se lee: “Los manizaleños Enrique Jaramillo y Carlos Enrique Rendón se coronaron campeones en la categoría de más de cien años (sale de la sumatoria de las edades de ambos)…”(LA PATRIA, 1/2/2016). El término ‘sumatoria’ ni aparece en los diccionarios ni puede reemplazar a ‘suma’. Apenas en la última edición del diccionario de la Academia de la Lengua está asentado el término ‘sumatorio’, que, en Matemática, dice, es la “notación que expresa la suma de los términos de una sucesión entre dos límites definidos. (Símb. ?)”, definición que podrá explicarme el señor Mario Zuluaga Uribe, experto en esta ciencia de alto turmequé. Sin esnobismos tontos, hablemos castellano y digamos ‘suma’ cuando se trata de una ‘suma’. ¡No falta sino que digan y escriban ‘restatoria’!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015