Los  paros  se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para el país.  La comunidad está convencida que solo con ellos son escuchados y pueden obtener  todo lo que piden. El  presidente Santos desde el inicio de su primer mandato mostró claramente que era  muy susceptible a los reclamos populares y a los paros y  la comunidad le supo "medir el aceite" e hizo que se volviera  famosa la frase de: "el tal paro agrario no existe", cuando  el país estaba  totalmente paralizado por culpa del famoso paro. Aquella vez tuvo que llegar a acuerdos desbordados,  que finalmente el gobierno no cumplió.
Ahora el gobierno nacional se está enfrentando a un nuevo paro de camioneros que ya va para  más de 30 días y que fue el  saludo de bienvenida al recién posesionado ministro de transporte -nuestro coterráneo- Jorge Eduardo Rojas  que lo tiene contra la espada y la pared, y no solo a él, sino a todo el país.
Las peticiones de los promotores del paro superan cualquier posibilidad de arreglo o negociación.  Son tres puntos esenciales los que  están discutiendo los negociadores: el alto número y el valor de los peajes, que se establezca nuevamente una tabla de fletes y el control y legalización de los camiones que circulan por las carreteras del país.
Con respecto   a los peajes   se debe tener en cuenta que el país  tomó la decisión   hace unos años  que las vías se tenían que  construir financiadas  por parte de los usuarios de las carreteras,  de ahí  la proliferación  y el alto valor  que se  paga en los peajes. Es por esta razón principalmente,  que  ir en  vehículo   de una ciudad a otra   es muy costoso  y más  si hace  en un camión  de  carga. La petición de reducir el número de casetas  y bajar  el valor  del peaje,  por los compromisos adquiridos por el gobierno nacional,  es prácticamente imposible de cumplir.
La teoría dice que   el flete  en el transporte de carga  debe obedecer a la oferta y la demanda; especialmente, si se tiene  en cuenta  la topografía del país y la diversidad  de camiones que existen,  qué van  desde tractomulas  hasta camiones sencillos,   lo que hace muy complicado  establecer una  tarifa que satisfaga los intereses de los camioneros y que cumpla las expectativas de los usuarios.  Esta  opción  se tuvo establecida   hace unos años  y se   desmontó principalmente  por los reclamos  que hacían tanto  los transportadores,   como  los industriales.
 El tema de los camiones es complicado también. Así como hay propietarios que tienen  un solo camión y es su  único patrimonio,  también hay personas que son propietarias de un alto número de  ellos,  (se  comenta  que una sola persona tiene hasta 100 tractomulas), por lo que  llegar a un acuerdo con  personas con intereses tan disímiles es muy difícil.  Igualmente,  se dice que  existe una sobreoferta de vehículos de carga, que hay muchos camiones ilegales circulando por las carreteras nacionales y que también se tienen camiones que debieron ser chatarrizados, a cuyos propietarios les pagaron por este concepto,  pero siguen funcionando. 
Hay otros temas que se están debatiendo en el seno de las conversaciones con los transportadores,  el referente a la calidad de vida y a la forma como los conductores de los camiones realizan su trabajo, quienes están expuestos a largas jornadas,  transitando por carreteras  de regulares especificaciones,   con topografías complicadas,  soportando cambios permanentes de clima y trancones y esperas prolongadas en carretera  sin disponer de sitios acondicionados para que puedan descansar. Adicionalmente,  en muchas oportunidades no son claras  sus condiciones de seguridad social y prestacionales.
En medio de un país paralizado, el ministro Rojas está haciendo un enorme esfuerzo para llegar a un acuerdo.  Lamentablemente la posibilidad de lograrlo es muy difícil  y ante las pretensiones de los promotores del paro la única posibilidad de llegar a un acuerdo rápido es con un incremento desproporcionado de las tarifas, lo que afectaría en alto grado a los usuarios  y en general a la economía del país, sobre todo si se  tiene en cuenta que  la inflación viene disparada en este  último año.