Desde hace muchos años la ciudad cuenta con dos plantas de tratamiento de agua. Una, la Luis Prieto, cuya fuente principal es el río Chinchiná, y la otra Niza que es abastecida por el río Blanco, y que lamentablemente para el periodo comprendido entre el 17 de octubre del año 2011 y el 6 de diciembre de ese año estuvo fuera de servicio.

En ese lapso de tiempo se presentó una serie de derrumbes en la parte alta del río Chinchiná, en las inmediaciones de la planta de tratamiento de aguas Luis Prieto Gómez, que afectó el suministro de agua para la ciudad, por lo que los manizaleños quedamos a merced de los carrotanques que suministraban agua, o de la que se pudiera capturar de lo que manaban las laderas; además, tuvimos que aprender a bañarnos con totuma. Todavía hoy en muchos conjuntos y edificios disponen de las canecas donde se almacenaba el agua. Tanques que los propietarios no saben qué hacer con ellos.

Las avalanchas del río Chinchiná afectaron la tubería de conducción de agua y un tanque de distribución de la planta Luis Prieto. Afortunadamente los derrumbes no afectaron la planta, porque de haberse visto afectada, los problemas que habríamos tenido los manizaleños habrían sido muchísimo más complicados.

Hoy en día el panorama de riesgo con respecto al suministro de agua en la ciudad es muy distinto. La conducción de agua potable de la Luis Prieto a Niza se hace cruzando diferentes ríos y quebradas. Cruces en los que la tubería en su mayoría se encuentra a una buena altura del cauce, lo que la protege de una posible avalancha por lo que aparentemente la posibilidad de que la tubería se vea afectada es baja.

La ciudad consume en promedio 800 litros por segundo –lps-, y en horas pico el consumo alcanza a llegar a 1.200 lps. A la planta Niza, que anteriormente trataba 600 lps, se le han hecho una serie de trabajos para mejorar su operación. Inicialmente se mejoró la conducción de agua cruda para sostener el caudal que llega a la planta y recientemente, con las obras que fueron inauguradas el pasado viernes, se logró optimizar el sistema de potabilización en esta planta por lo que puede tratar 1.200 lps.

En cuanto a suministro de agua, en condiciones normales la ciudad no tiene dificultades. El caudal de agua promedio de suministro por parte de los afluentes oscila entre los 2.000 lps y los 2.500 lps, por lo que podemos defendernos ante la eventualidad de un verano más o menos fuerte. Eso sí, tampoco se puede cantar victoria, hay que estar atentos al consumo cuando el verano se vuelva intenso y prolongado.

Además de los trabajos que se hicieron en la planta Niza y en las tuberías de conducción de agua, también se atendió la planta Luis Prieto. Se hicieron obras de protección en la ladera de la finca La Marmolera, que fue la que se derrumbó hace tres años y se construyeron unos muros de protección a la planta Luis Prieto. Hay que aclarar que la finca está localizada al frente de la planta.

La localización topográfica de las dos plantas es distinta. Por nuestra geografía ambas están amenazadas. Niza porque sus laderas pueden derrumbarse por lo que para mitigar el riesgo se han hecho trabajos para garantizar su estabilidad, y la planta Luis Prieto está amenazada por los derrumbes y avalanchas.

La planta que menos riesgo presenta es Niza, pero le hace falta caudal de agua cruda, por lo que a la tubería de agua cruda que llega a la Luis Prieto se le hizo un "bypass" con el fin de que si por alguna razón se llegara a verse afectada esta planta y salir de servicio se pueda conectar esa tubería, pasando por un lado de la planta, con la que lleva el agua a Niza y se pueda tratar allí y así, en un caso extremo, los manizaleños tengamos garantizada la disponibilidad del agua que requerimos.