Si bien  algo se ha  hecho en cuanto a disminuir  las desigualdades  entre los hombres y las mujeres, todavía falta mucho por avanzar.    Tratando de cerrar  esta brecha,  recientemente  se aprobó una ley mediante la cual se aumentó el tiempo de la licencia de maternidad al pasar  de 14 semanas a 18 semanas.  La razón  para aumentar el tiempo de la licencia es, entre otras,  que la madre trabajadora tenga más contacto con su hijo.
Ante las exigencias del mundo moderno se ha cambiado el  estilo de vida.  En la mayoría de los hogares trabajan ambos  padres.  Atrás quedaron las épocas en que la mamá  se quedaba en la casa cuidando a los niños.  Inclusive cada día son más los hogares en los que  quien lleva la obligación es la mujer, lo que se conoce como madres cabeza de familia.  Se está volviendo muy común que los hijos sean  manejados por los abuelos, por los  parientes cercanos, o inclusive por amigos de la familia, quienes en muchas oportunidades no hacen el mejor trabajo. 
Decisiones como la de aumentar las semanas de licencia de maternidad, por más que se tengan las más buenas intenciones, son contraproducentes para la parte laboral de las mujeres. Los empresarios en condiciones similares, están  prefiriendo contratar a los hombres.  El tiempo de licencia de maternidad,  sumados los 6 meses que tienen derecho las maternas  para  alimentar a su bebe -lo que constituye  un permiso diario en su jornada laboral-, hacen que  impacte negativamente  en  la productividad y en el desempeño de una entidad, por más que las EPS paguen las incapacidades. Influye también en la decisión de los empleadores que durante el lapso de tiempo  de la licencia y de la lactancia, no se pueda despedir a la empleada. 
Otro tema en que las normas no favorecen y también contribuyen a abrir la brecha entre los hombres y las mujeres es  el de las pensiones.  Se tiene establecido que los hombres se pensionan a los 62 años y las mujeres a los 57 años, norma que supuestamente favorece a las mujeres, pero en la práctica esto no es así. 
Hay dos opciones de pensión en el país, una  Colpensiones, que es pública y otra  los fondos privados.  La mesada del fondo privado depende del ahorro que haya echo la persona en el fondo en  toda su vida laboral  y si el tiempo de cotización es menor comparado con el de los hombres, la mujer  recibirá una pensión mas baja y en el caso de Colpensiones se le limita la posibilidad de mejorar la pensión de acuerdo al número de semanas cotizadas.  La norma establece que después de cumplir un mínimo de semanas, por cada semana de mas que cotice el empleado tiene derecho a que se le mejore la  mesada y al exigírsele a las mujeres a que se pensionen en un menor tiempo les queda muy difícil poder mejorar su pensión. 
El senador Lizcano está promoviendo una ley en la que se reduce el numero de semanas mínimas requeridas para que las mujeres tengan derecho a la pensión.  Lo que al final sigue perjudicando a las mujeres y que además no creo que finalmente el gobierno nacional la vaya a aprobar.  
Esta propuesta va totalmente en contravía con la realidad económica del país, sobre todo si se tiene en cuenta que  la  expectativa de vida está aumentando en los últimos años, que esta comprobado que el promedio de vida de las mujeres es más alto que el de los hombres y que en los últimos años se está disminuyendo la tasa de natalidad, por lo que nos estamos convirtiendo en una sociedad de viejos. Ante estas realidades y la situación fiscal del país, se ha estado analizando por parte del gobierno la posibilidad de aumentar la edad de pensión.  
La mejor manera de acabar con la desigualdad entre los dos sexos  es que se tenga un trato  respetuoso, que se tengan  claras las   fortalezas y debilidades de cada uno y que  las normas legales  propicien el trato por igual a las mujeres y a los hombres, sin que haya ninguna preferencia hacia ninguno de los dos géneros.