Una campaña electoral se puede comparar con una fiesta. Al inicio la mayoría de los invitados llegan contentos y animados. A medida que va pasando el tiempo algunos se van aburriendo y se van, otros esperan a que las cosas se mejoren y la mayoría se queda hasta el final, gozándola y disfrutándola.
En la pasada campaña, los que finalmente rasparon fiesta fueron Santos y Óscar Iván. Al principio Peñalosa parecía que se fuera a quedar hasta el final pero se aburrió muy rápidamente y Óscar Iván que no pintaba logró llegar y poner en "las cuerdas" al candidato que supuestamente las tenía todas consigo y que se sentía totalmente sobrado. Fue un susto muy grande el que se llevó el doctor Santos. No tengo ninguna duda de que si no hubiera sido reelegido, habría quedado de siquiatra e inclusive lo hubieran tenido que internar durante un tiempo en una clínica de reposo.
Ambos candidatos, siguiendo con la comparación de la fiesta, llegaron al remate con muchos tragos en la cabeza, o mejor, con muchos kilómetros recorridos y con demasiadas promesas electorales. No fue para nada fácil la campaña que empezó como muchas fiestas, sosas y aburridas, pero que al final terminó animada y con muchos asistentes no queriéndose ir para no perderse los últimos detalles y sobre todo, los cuentos y las bobadas de los borrachitos.
En campaña todo es posible y más en una como la pasada, donde uno ganó la primera vuelta y otro fue el elegido en la segunda vuelta. Campaña que se caracterizó por el "todo vale". Los candidatos prometieron y ofrecieron de todo. Fuera o no posible, viable o no viable la promesa.
Ya después de la fiesta, el país y especialmente el reelegido presidente Santos están viviendo el guayabo electoral. Guayabo duro que no se pasa con unas simples aspirinas o con una cerveza de desenguayabe. Afortunadamente se está viviendo en un momento muy especial para Colombia, con una excelente campaña de la selección de fútbol en el mundial, que trajo consigo un fervor patriótico muy pocas veces visto anteriormente. Santos en primer lugar tiene que poner en claro qué prometió, a quién y en dónde hizo la promesa y sobre todo si es o no cumplible. Los electores, los mandatarios regionales y los políticos, deben estar expectantes de que las promesas se cumplan.
En ese sentido los caldenses tenemos que estar muy atentos. Es muy importante que se cumplan los compromisos adquiridos por el candidato-presidente con respecto al Aeropuerto de Palestina y la nueva carretera a Bogotá. Proyectos que sin lugar a dudas son fundamentales para el desarrollo de nuestro departamento y de Manizales. Pueda ser que en medio del guayabo a Santos no se le hayan olvidado -que de pronto no haya tenido una laguna mental-, o que decida que estas sean unas de las promesas incumplibles. Hay que estar vigilantes para que no nos vaya a pasar que el doctor Santos considere que los caldenses somos unos desagradecidos y no lo hayamos acompañado con el número de votos que él esperaba en su campaña, nos mande para el ostracismo y no se acuerde para nada de lo que prometió.
Claro está que además de los dos proyectos anteriores, que insisto son los más importantes para nuestro desarrollo, también tenemos otros que se pudieron tomar como promesas de campaña, pero que en realidad son proyectos que ya venían en camino como son el de la Autopista de la Montaña -que hoy se conoce como Pacífico III- que contempla entre otras, la construcción de una doble calzada desde La Pintada hasta la intersección con la Autopista del Café a la altura del Club Campestre y que siga adelante todo el desarrollo vial que se está dando en torno al municipio de La Dorada, con su correspondiente puerto multimodal.
Localmente es importante que se siga avanzando con la construcción de la intersección con Villamaría y con la ampliación en doble calzada del tramo comprendido entre la Estación Uribe y San Marcel, con la correspondiente intersección en el empalme con la vía que va hacia lo que siempre hemos conocido como Helados La Fuente.
Hay un proyecto que si bien se está adelantando, necesita de la ayuda de Santos II y es la construcción de la doble calzada entre San Marcel y Maltería y el diseño y construcción de una intersección a desnivel en la glorieta de San Marcel. Es impresionante ver cómo cada día se forman trancones viales en este sector, especialmente en las horas de la mañana al mejor estilo de los de Bogotá.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015