El espectáculo del fútbol no sólo se está ofreciendo en las canchas sino que también se trasladó a los tribunales de la justicia internacional. A Josep Blatter, expresidente de la FIFA, se le puede abonar que fue quien popularizó a nivel mundial este deporte. Una final de campeonato mundial la pueden ver por televisión más de 1.000 millones de personas y  un partido entre Barcelona y Real Madrid  lo pueden ver 400 millones de personas en todo el mundo. 
En los últimos años el fútbol  se ha caracterizado por los enormes recursos que maneja.  Las nóminas anuales de cualquier equipo profesional europeo pueden superar ampliamente varios miles de millones de euros y los jugadores pueden ganar con toda tranquilidad un millón de dólares mensuales.
Ante semejante manejo de recursos todos los que están en esta actividad quieren sacar provecho. Blatter se convirtió en una de las personas más poderosas del mundo. Aquella federación que osara hacerle una crítica la amenazaba con excluirlo de la FIFA y ante la importancia y atracción que tiene este deporte a nivel mundial, nadie se arriesgaba.
Desde hace muchos años el manejo de recursos de esta entidad no ha sido muy claro. Se especuló que Rusia sobornó a los directivos de la FIFA para que pudiera ser la sede mundial del próximo campeonato que se llevará a cabo en el año 2018. Eso es algo que no está muy claro, pero lo que sí no deja dudas es que Qatar dio mucha plata. No se entiende cómo un país como Qatar que está localizado en el desierto, con temperaturas elevadas entre junio y julio –que es cuando se celebra el mundial-, con una población que escasamente llega a los 2 millones de habitantes haya logrado obtener la sede para el año 2022.
Con la designación de Qatar como sede de un Mundial, los directivos de la FIFA no calcularon las repercusiones que podrían tener al  desafiar a Estados Unidos, que estaba interesado en la sede del 2022. Se especula que este país al ver que no obtuvieron la sede y sin hacer mucho esfuerzo, investigaron y  descubrieron el foco de corrupción en que se había convertido la FIFA.    
Sólo un país con la importancia que tiene USA fue capaz de enfrentarse a Blatter. Hoy, además de los implicados y detenidos, la justicia americana anunció que hay otra lista adicional de 16 personas; Blatter está separado del cargo y un personaje ampliamente conocido en nuestro medio como Nicolás Leoz, está detenido en su país luchando para que no lo extraditen a USA.
En nuestro país cuando estalló el llamado Fifagate, el expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, manifestó  no tener ningún problema y no hacer parte del escándalo, pero a medida que fue pasando el tiempo e iban cayendo personajes que ocupaban posiciones similares a las que él ocupaba, intempestivamente renunció a su cargo y fue a defenderse a Estados Unidos. Hoy en día nos damos cuenta que tenía una  platica oculta en Suiza y que está pagando fianzas de millón de dólares para no ir a la cárcel, y tal como están las cosas, es muy probable que van a ser más dirigentes de nuestro fútbol profesional los involucrados.
Mientras tanto, los partidos de fútbol continúan, la afición sigue yendo a los estadios, se siguen viendo ampliamente por televisión los partidos y Rusia se seguirá preparando para su mundial del 2018, y no me queda ninguna duda que cuando se dé el revolcón en la FIFA el año entrante le quitarán la sede a Qatar para el mundial del 2022.
                                           
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Y para seguir hablando de fútbol, pero ya en el plano local, muy lamentable el partido que el Once Caldas perdió en Ibagué. Pero la verdad es que con el equipo de este año se llegó a un nivel más alto de lo que se esperaba. Pueda ser que a don Jaime Pineda, dueño del equipo, no le vaya a dar ahora sí por vender el equipo.