Juan Pablo Jaramillo Rivera, historiador y administrador del corredor Polaco, relata que antes de llegar a ese cargo primero trabajó como guía turístico de la Catedral y adecuó algunos espacios para hacer recorridos, entre el 2007 y 2009, debido a que el corredor estuvo cerrado desde 1979 y necesitaba mantenimiento.
Al ver la posibilidad de aprovechar turísticamente la infraestructura (ya existían proyectos para darle uso cultural a los espacios) Jaramillo Rivera se posesiona el pasado 15 de diciembre como administrador del corredor Polaco con el sacerdote Luis Horacio Gómez González, como director general, y el cura José Libardo Garcés, como párroco. Con ellos decide habilitar los espacios cerrados para el turismo por lo que asea el lugar en general retirando por lo menos 12 toneladas de escombros.
Señala que después del asear y acondicionar los espacios, surge la idea de usar las terrazas de las torres y plantean instalar un café que no altere la estética de la edificación para recibir turistas inicialmente, y de haber acogida, abrirlo al público siguiendo la línea europea de dar vida a los monumentos representativos.
Acuden a varias empresas de café existentes en la ciudad, pero no encuentran respuesta. Recalca que nadie creyó en el proyecto. Finalmente se instala en la terraza que da a la carrera 22 con calle 23, el Café Alideo Tazzioli Fontanini. Su nombre proviene del escultor que construyó en esa terraza algunas figuras en concreto de la Catedral.
El espacio tuvo una buena acogida de la comunidad, se decoró con fotografías antiguas de Manizales y de las etapas constructivas de la Catedral. Adicionalmente, se acondicionó un juego de luces y plantas de jardín como complemento a la decoración.
En las otras tres terrazas, que dan base a las torres de la edificación, se hará un museo de fotos inéditas de la construcción de la Catedral, recogiendo herramientas originales que estaban abandonadas y que se recuperaron para exhibirlas. Asimismo, imágenes de los ingenieros constructores, del diseñador del templo y de los obreros. Se denomina la torre de los constructores en homenaje a estos personajes.
Hacia la torre sur occidental, (carrera 23 calle 22) se tiene pensado una tienda de recuerdos de la Catedral y artesanías propias de la ciudad para dar apoyo a los artesanos. Además, se tiene planteado para dentro de poco la ampliación del café Tazzioli hacia la torre noroccidental que da con la plaza de Bolívar sobre la carrera 22 con calle 22.
Los espacios de la parte superior del edificio solo están adecuados para el tránsito del personal que acude a visitarlo. Se cambió el sistema de iluminación por uno amigable con el medio ambiente, dándole un valor agregado. El reloj se activó después de muchos años de estar dañado.
La atención es desde las 9:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche y los viernes programan eventos culturales.
Hace énfasis en que todo lo que se recauda en estos eventos va para un fondo pro mantenimiento de la misma Catedral.
Destacado:
Su nombre proviene del escultor que construyó en esa terraza algunas figuras en concreto de la Catedral.
COMENTARIO ADICIONAL:
Se pretende que los manizaleños se apropien de la Catedral, conozcan todos sus secretos y disfruten de su belleza arquitectónica y no sea una mole de cemento más, concluye.
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