Relatan los docentes de la Facultad de Arquitectura Ann Catherine Chardon, geógrafa, y  Juan Gabriel Hurtado Isaza, arquitecto, que el proyecto Arquitectura y Habitad surge por una solicitud de la Secretaría de Planeación Municipal, a fin de responder a un programa llamado Mejoramiento integral de barrios que atañe a intervenciones a nivel barrial consistentes en mejorar los asentamientos urbanos autogestionados. Se desarrolla en diferentes fases relacionadas con la realización de  un diagnóstico  desde el punto de vista espacial,  social, cultural, económico, financiero, físico y  natural, con el que se pretende detectar potenciales  fallas, y en qué medida se pueden mejorar;  pasando desde lo arquitectónico y urbanístico a proyectos reales. Se inició en el sector del Chachafruto (contiguo al Bosque Popular El Prado).

Los estudiantes  asumen el trabajo metodológico y teórico  que se realiza en el último taller  de la carrera. El arquitecto está a cargo del taller y la geógrafa del seminario.

El mejoramiento  integral es una modalidad de intervención que apunta fundamentalmente a  los siguientes escenarios:

La legalización o  titulación de los  predios.
La mitigación de los riesgos que presentan los asentamientos.

Estas áreas de trabajo se suman  y  aparecen las plataformas sobre las cuales se hacen las primeras intervenciones urbanísticas que pueden ser de muy variado tipo, pero que siempre le apuestan a mejorar las condiciones de habitabilidad urbana del sector en lo relacionado con: vías, equipamiento, espacio público, movilidad, dinámicas urbanas, acceso,  y conexiones  del barrio con el resto de la ciudad. Eso conlleva en el futuro al mejoramiento de las condiciones arquitectónicas del sector  y obviamente a mejorar las condiciones de vida de cada habitante.
El contacto directo se da entre la Escuela y Planeación Municipal, el contacto con los habitantes se da a nivel de diagnóstico.

Señala  Chardon que de la facultad salen propuestas con opciones de intervenciones posibles  que son entregadas  a Planeación Municipal, y allí se decide a cuál de ellas se  le apunta, qué gestión se  hace y desde el presupuesto existente, qué es viable y qué no.

Es un ejercicio académico, pero real. Aclaran que la facultad no será la ejecutora del plan.

La voluntad política de la Administración es llevar a buen término el proyecto, de hecho ya se hizo el diagnóstico y en este momento están empezando a trabajar las primeras aproximaciones en la espacialización. El modelo está siendo replicado en el sector de Campamento en la ladera del  barrio El Carmen  a cargo de la profesora Tania Giraldo, este semestre.

Destacado:
Se desarrolla en diferentes fases relacionadas con la realización de  un diagnóstico  desde el punto de vista espacial,  social, cultural, económico, financiero, físico y  natural, con el que se pretende detectar potenciales  fallas, y en qué medida se pueden mejorar;  pasando desde lo arquitectónico y urbanístico a proyectos reales.

COMENTARIO ADICIONAL:
Es importante entender que estos  programas parten de las excepciones normativas, pero esas excepciones en ningún caso pueden contravenir las normativas existentes.

Para aplicar  es necesario cumplir toda una serie de requisitos previos: en el caso específico de los habitantes del Chachafruto  (asentamiento por auto gestión);  llevan en posesión de ese suelo al menos 45 años. Para que ellos puedan hacer procesos de mejoramientos de sus viviendas y para que se pueda hacer un ejercicio de reconocimiento de las edificaciones, es necesario primero hacer un proyecto  macro que observe el mejoramiento de las condiciones urbanísticas y que contemple la legalización de los predios, para que, dentro del marco de la Ley; siendo propietarios reconocidos con propiedades legales, puedan entrar a hacer apuestas de mejoramiento individual.

Lo que le interesa al municipio, debido a que no hay terrenos para construir; es mantener a la gente dentro de su sector, pero mejorándole la calidad a este.