Héctor Jaramillo Botero, arquitecto y profesor de la Universidad  Nacional, con posgrado en restauración de monumentos; considera que en Manizales existe un problema grave por la gran cantidad de construcciones en bahareque existentes, ya sea porque se incendien o porque la humedad  las devaste. Lo más peligroso es que este tipo de construcción no da aviso y cuando ocurre el accidente se detecta que la estructura estaba podrida  aunque, aparentemente, se veía  en buen estado.

El bahareque no solamente tiene el problema de humedad también es atacado por las plagas como insectos y roedores lo que hace que las viviendas construidas con este material sean  insalubres.
Ni hablar de los riesgos en caso de  incendio. Se debe recordar que las viviendas construidas con este tipo de material tienen muchos años lo que significa que la madera usada para su construcción está seca y representa un buen caldo de cultivo para las llamas.

Adicionalmente refiere que el diseño con el cual se construyeron es obsoleto. En la actualidad son espacios de mucha área, algunos sin ventilación ni iluminación.

Argumenta que para los propietarios resulta demasiado oneroso el sostenimiento de esas propiedades, no solo porque los impuestos son  desproporcionados ante el tipo  de construcción, sino porque el cuidado de su infraestructura las hace insostenibles por lo que terminan abandonándolas, lo que  lleva a que se deterioren más y finalmente se derrumben poniendo en peligro a  quienes circulan por su entorno.

Destacado:
El bahareque no solamente tiene el problema de humedad también es atacado por las plagas como insectos y roedores lo que hace que las viviendas construidas con este material sean  insalubres.

COMENTARIO ADICIONAL:
Actualmente se ha originado una polémica sobre la edificación donde funcionaba antes la Escuela Juan XXIII, ¿qué hacer con esa construcción declarada patrimonio? 

Cree que hay que replantearse claramente si se justifica mantener la construcción, debido a los problemas de diseño y de estabilidad que tiene la estructura realizada en bahareque.

Considera que además de representar un peligro, su diseño y estética no son los más acertados.  Lo más relevante es que se le han hecho cambios que contribuyeron a que pierda su aspecto original.

Además, el paso de la Avenida Paralela por la parte trasera la debilitó al destapar su cimentación,  lo que la coloca  en riesgo de derrumbe en   cualquier momento. Con relación al sitio, posee una ubicación privilegiada para un museo,  o una biblioteca y  si se  quiere perpetuar la  historia de la edificación, dentro del mismo museo o biblioteca, se podría tener una zona   de recordación  y un reconocimiento al pasado por medio de videos, documentales, fotos  o  escritos  para que las generaciones futuras conozcan la memoria del edificio.

A las construcciones de ese tipo se les debe cuidar adecuadamente,  si se quieren conservar. Hay alternativas que se pueden utilizar como el cambio de uso, pero cuando lo permita, ya sea porque tiene una buena y sólida estructura, porque su diseño se presta o porque la técnica con  la que fue construida  contribuye o  facilita  adecuarla a las tecnologías modernas.

En su concepto  los avances tecnológicos en la construcción permiten muchas cosas para conservar una edificación,  pero se pregunta hasta qué punto se justifica el invertir grandes sumas de dinero en ello cuando su sistema constructivo puede llegar a originar  serios problemas.

Hay construcciones que valen la pena conservar y coloca como ejemplo a algunas de las existentes  en  el centro histórico, como construcciones solidas que se hicieron con  bahareque encementado lo que las hace muy resistentes y estables.

¿No valdría la pena pensar que de un lote tan privilegiado se hiciera una  mejor utilización para un proyecto más favorable a la ciudad?
Agrega  que en este momento no existe una determinación muy clara de los entes gubernamentales sobre qué hacer con este tipo de construcciones.