Las ciudades no son un conjunto de calles, edificios e infraestructura urbana más o menos orgánicas, las ciudades son un organismo humano, el organismo social por excelencia.

Más del 80% de la población vive en ciudades y el bienestar sostenible de su población debe ser un criterio dominante de su planeación, desarrollo y administración.

Nos aproximamos en Manizales al estudio y adopción del Plan de Ordenamiento Territorial para el municipio. Quiero proponerle a la ciudad unos criterios generales, unos ejes temáticos que deben regir su formulación.

El primero es que el ciudadano en su condición de humanidad, en el desarrollo de su personalidad, en su bienestar social y material, y en la búsqueda de la felicidad, debe ser el del criterio que rija sobre todas las razones de la planeación de ciudad.

Segundo: El derecho a la vida mejor de los ciudadanos, debe respetar la sostenibilidad económica y ambiental de nuestro entorno, uno de los más bellos del mundo. El derecho al paisaje debe protegerse de la creciente privatización. (Los que pueden comprar apartamentos costosos están cerrando las líneas de visión del paisaje).

Tercero: La planeación, el urbanismo, la infraestructura y la administración de la ciudad, deben estar orientados a garantizar y facilitar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos y de las comunidades que componen la población de Manizales.

El derecho a la vida y a la tranquilidad, a la salud y a la seguridad personal, el derecho al trabajo, a la educación, a la movilidad, a la reunión, al aire limpio y al paisaje son algunos de los más importantes elementos que no han sido suficientemente consignados en los criterios de POT anteriores.

Cuarto: La planeación de ciudad debe basarse en criterios científicos, en estadísticas serias y en el querer de la ciudadanía.

Los prejuicios de los medioambientalistas extremos, las simples percepciones sin base científica, el querer regresar a un pasado campesino devolviendo la población migrante a las veredas y a las montañas de Caldas por medio de medidas autoritarias de restricción y encarecimiento del suelo urbano, genera la invasión de las zonas de preservación de laderas inconstruibles y cursos de agua concentrando injusticias y desarticulación de la sociedad.

Quinto: La movilidad, el espacio público verde generoso, bello, y la limpieza del aire solo puede conseguirse con cambios en el modelo de transporte urbano y de expansión del suelo.

Más bicicletas, cables aéreos y sistema integrado de transporte, construcción de mejor infraestructura vial especialmente de ciclorrutas en la expansión del área urbana para planificar bien el crecimiento.

La prohibición y la restricción -repito- solo crea áreas de invasión en el casco urbano y en las veredas cercanas con su carga de injusticia precariedad y miseria.

Finalmente, deben el Municipio de Manizales y los manizaleños entender que la función de la administración municipal es armonizar la labor del sector privado con las políticas públicas privilegiando la inversión pública en los bienes de interés general, es decir en el bienestar para todos.

Más espacio público, mejores parques, vías modernas, peatonales, cables aéreos, bibliotecas. Más cultura ciudadana más seguridad, mejor salud y medioambiente, mejor colaboración entre autoridades planificadoras y empresa privada para la competitividad de Manizales, para la generación de empleo, para la generación de riqueza y bienestar.