La comida entra por los ojos, es verdad, de esto toma ventaja la industria alimenticia que nos bombardea con sus propagandas, queriéndole enseñar a los niños que un jugo artificial es más nutritivo que un jugo natural y ni hablar de las gaseosas que nos prometen felicidad, amigos y una vida perfecta.
Los colorantes son complejas sustancias químicas, que originalmente eran derivadas del alquitrán de hulla, pero ahora se fabrican del petróleo, las compañías alimenticias los prefieren porque son más baratos que los colorantes naturales, además tienen colores más brillantes y son más estables. No le adicionan ningún valor nutricional a los alimentos y sí sobrecargan al organismo para tratar de eliminarlos o, en el peor de los casos, lo enferman. El uso de estos elementos ha ido en aumento desde la segunda mitad del siglo pasado, de la mano del aumento en el consumo de las comidas procesadas, los cereales de caja, los aderezos, los jugos artificiales, los refrescos, las gaseosas y los dulces, entre otros.
Y nos preguntamos por qué tenemos niños hiperactivos o con síndrome de déficit de atención; pues ha sido comprobado que colorantes como la tartrazina (amarillo número 5) pueden disparar la hiperactividad en los niños y producir otros cambios de comportamiento, al igual que severas reacciones alérgicas, especialmente en personas que también son hipersensibles a la aspirina. El amarillo número 6 tiene efectos adversos muy similares al número 5. En un estudio* realizado por Sarah Kobylewski, candidata a doctora en toxicología molecular, de la universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y Michael E. Jacobson, doctor en microbiología del Massachussets Institute of Technology (MIT),que cuenta entre sus egresados a 78 premios Nobel, ambos investigadores recomiendan la prohibición del uso de estos colorantes en los alimentos.
El rojo número 40 es otro de los más peligrosos y tristemente uno de los más usados por la industria alimenticia, causa unos efectos muy similares a los anteriores y dicen los autores del estudio que puede acelerar la aparición de tumores en el sistema inmunológico en ratas de laboratorio, ellos recomiendan que se retire de los alimentos hasta que se compruebe que su uso es seguro. El azul número 1 actúa sinérgicamente con el glutamato (excitotoxina) para causar neurotoxicidad. El rojo cítrico número 2 está relacionado con el cáncer de vejiga en ratas de laboratorio.
El gobierno británico advirtió a las compañías de productos alimenticios para que suspendieran el uso de colorantes artificiales en las comidas desde el 2009 y la Unión Europea obliga a los fabricantes desde el 2010 a advertir al consumidor sobre la presencia de estos en las etiquetas de las comidas y sobre los efectos adversos que pueden tener estas sustancias en el comportamiento y la atención de los niños. ¿Cuándo llegarán leyes parecidas a nuestro país? Si países como Estados Unidos aún son deficientes sobre la legislación de los alimentos, qué pasará en Colombia donde todo nos llega con atraso.
Cabe mencionar que el doctor Jacobson ha sido un abanderado de la nutrición y a él se deben términos que ahora son ampliamente conocidos en el mundo como “junkfood” o comida chatarra y “empty calorie” o caloría vacía, refiriéndose a aquellos alimentos que no tienen mayor valor nutricional. El estudio de estos dos científicos concluye que debido a las consideraciones toxicológicas, las reacciones alérgicas, la carcinogénesis y los efectos adversos en el comportamiento tanto de adultos como de niños, los colorantes artificiales no deben ser considerados seguros y su uso debería ser prohibido en la industria alimenticia.
Nosotros, como consumidores, debemos exigir al gobierno que dirija su atención a este problema que afecta nuestra salud y la de nuestros hijos, en otros países con legislaciones más estrictas, los fabricantes se abstienen de usar estas sustancias o utilizan productos naturales para dar color como la cúrcuma, el azafrán, el pimentón, la remolacha y los alimentos ricos en betacaroteno como la zanahoria, etc. Si se crea conciencia en el consumidor las compañías que fabrican los alimentos tendrán que responder a la demanda por alimentos naturales, pues finalmente a ellos lo que les importa es vender, depende de nosotros no comprar cualquier cosa que nos ofrezcan.
* El estudio completo lo pueden leer acá: (Fooddyes: Rainbow of Risk; “Colorantes en los alimentos: Un arco iris de Riesgos” en PDF aquí).
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