No hay duda. Tal vez llegue a ser el libro de la década o hasta del siglo. Solo la historia lo ratificará o lo descartará, pero que es el libro del 2016 no hay duda. Las 297 páginas del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera encierran no solo las decisiones tomadas por los equipos negociadores de las Farc y el Gobierno colombiano, sino una hoja de ruta para el tratamiento de las víctimas, del narcotráfico y los cultivos ilícitos, de la desmovilización de las Farc, de la participación política y del campo, cuya desatención por el Estado ha sido la madre de todos los males.

Es interesante comparar estas páginas con las que fueron los tratados de Neerlandia y Wisconsin que pusieron punto final a la que hoy se conoce como la Guerra de los Mil Días, cuando en una decena de páginas se comprometían cantidad de cosas similares a las de hoy y sin tanto detalle. Acceso a la tierra, oportunidades para todos, respeto por los derechos civiles, reconocimiento del monopolio del uso de las armas, respeto por las ideas políticas minoritarias.

El tratado que tendrán mañana la oportunidad los colombianos de aprobar o desaprobar exagera en el lenguaje incluyente, en los tecnicismos, en la reiteración. Todo parte de una negociación compleja, en la que la dialéctica se impuso de lado y lado, y la desconfianza entre las partes obliga a llegar a ese nivel de detalle.

Sin embargo, este libro se tendrá que seguir escribiendo, pues quedan muchas páginas abiertas, tareas que se desprenden de cada punto acordado y que deberán seguir desarrollándose en el futuro.

A pesar de lo aburrida, su redacción no es compleja. De hecho es bastante entendible lo que se plantea, aun los temas que quedan sin resolver, porque se deja en manos de comisiones, sistemas, tribunales, entre otros.

Desde que se conoció el documento definitivo, cualquiera pudo haberlo leído poniéndose la meta de 10 paginitas diarias. Se puede descargar en formato digital para el computador o tableta, en PDF, aunque se extraña que no esté disponible en kindle, que permite muchas más funciones para resaltar o destacar las dudas que a cualquier lector le pueden generar una lectura como esta.

Hace días hablé en esta columna de La imaginación moral, el libro del experto en procesos de paz Jean Paul Lederach, quien anotaba que en los procesos de paz se preocupan mucho por la coma, por la palabra precisa, pero realmente lo difícil viene después, cuando se deben implementar los acuerdos. Por eso es importante leer este libro, independiente de que usted esté de acuerdo con los procesos o no, porque igual es pieza clave de este momento de la historia del país. Y leerlo con ánimo de qué tiene que ver todo esto con cada colombiano. Ese es el verdadero reto.

Las 297 páginas del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera.