En este nuevo año, daremos un sentido dinámico a esta columna, invitando al respetado lector, para seguirnos en un recorrido didáctico y transformador en temas secuenciales de salud mental, a través de los cuales: redescubra el potencial del niño que llevamos dentro, le permita desarrollarlo y apoyar el crecimiento de los suyos, bien sea como padre/madre, abuelo, profesor, compañero o amigo.

El campo de la psiquiatría infantil, lejos de considerar al niño como adulto en miniatura, toma en cuenta al ser en crecimiento y desarrollo, su entorno y condiciones particulares a partir de las cuales puede haber desviaciones que impidan su desempeño psíquico, emocional y social. Como ciencia médica es relativamente reciente, pero cuenta con ricas experiencias de otros campos como los de la educación y la pedagogía entre otros.

Un visionario en esta materia ha sido Pestalozzi, psicólogo, antropólogo y educador suizo, considerado por la UNESCO como el Padre de la pedagogía moderna, e inspirador de todas las reformas educativas a partir del siglo XIX.

Su gran sueño fue apoyar el desarrollo del potencial humano. Introdujo a los niños en la realidad cultural y socio económica (necesidad de ser productivos), y al mismo tiempo contribuir para que cada uno de ellos desarrolle su personalidad autónoma dentro de una sociedad responsable. Él logró romper el esquema de la educación como instrumento de adoctrinamiento al servicio de un modelo social determinado, y proponerlo como “instrumento para que cada ser humano logre perfilar la mejor obra de sí mismo”. Planteó la educación como el medio de superar la pobreza del pueblo.

Aplicó el procedimiento intuitivo y natural del proceso enseñanza/aprendizaje, frente a la educación abstracta, memorística y dogmática, la cual, lastimosamente vemos que prevalece aún en nuestro medio.

Peatalozzi, acomodó los métodos de enseñanza al estado y potencial desarrollo de los niños, mediante el uso de los sentidos tomando elementos disponibles en el medio natural del niño.

La educación está centrada primeramente en la familia y posteriormente en la escuela en su entorno social.

En síntesis, logró que el aprendizaje fuese una experiencia maravillosa y motivante para el niño y sea una disciplina lógica, a partir de la “sabiduría intuitiva de toda madre”, como doña Gertrudis.

En próximos artículos continuaremos aprendiendo el cómo hacerlo.

Psiquiatra psicoterapeuta infantil y de familia.

pazybien.sion@gmail.com