Trabajar para mejorar el entorno familiar es fundamental pues ésta constituye un semillero de hombres, mujeres, y sociedades, propiciando los mitos, creencias, costumbres y valores que influyen en la manera de ser.

La familia es entonces, la red que sostiene, direcciona el desarrollo y el destino del Ser, creando identidad. En ella se teje la paz, la reconciliación, el perdón, la tolerancia, la compasión, el amor; o quizá todo lo contrario.

Comprender la complejidad de cada familia y su estructura básica, no es tarea fácil, puesto que representa un todo singular, más que la suma de sus partes (los individuos que la conforman).Pese al interés de muchas personas e instituciones por trabajar con la familia cuando presentan dificultades, se cae en el error de centrarse en las personas portadoras de la dificultad, y un estigma, en vez de hacerlo en los problemas funcionales de la interacción. Por ejemplo: en el sector salud, se ve al enfermo; en la educación, a los niños y las niñas inadaptados al medio escolar; en la atención psicológica y jurídica, a las víctimas y victimarios. Así, un mismo sujeto, puede tener todos estos rótulos y ser tratado de forma diferente según quien lo mire.

Desde la Teoría de Sistemas, la pregunta a lugar sería: quién hace qué? Para qué?, a quienes interesa o afecta lo que este personaje hace?.

Para responder a estas preguntas hay que considerar que la red familiar, con fundamentos socialmente compartidos entre sus miembros, es un sistema abierto en permanente evolución, dinámico y cambiante de un tiempo a otro o de un entorno a otro. Esta suscita intercambios para potenciar sus recursos, resolver sus necesidades, proyectar su crecimiento y buscar posicionamiento, no solo entre individuos, sino entre colectivos: otras familias, el barrio, la escuela, el centro comunitario, el club, etc.

Imaginemos una partida de ajedrez, en la cual cada ficha corresponde a una interacción personal, movida bajo unos parámetros, diferentes a las otras de su equipo y en cooperación para avanzar tras la meta. Lo audaz del juego está en la estrategia, la anticipación, la sinergia tras un propósito. Busquemos aprender a jugar bien en familia, apropiándonos de nuestras jugadas, en sincronía y con acertadas estrategias es el reto. Continuaremos.