Aunque muchos no lo crean con la planta del pie, o mejor, la valoración de la huella plantar como dirían los científicos, se pueden realizar estudios para identificar alteraciones de la forma, la temperatura, las fuerzas de reacción y la sensibilidad, con el fin de prevenir enfermedades como úlceras, diseñar modelos para el ámbito deportivo e incluso influenciar en la medicina forense, apoyando la identificación de homicidas a partir de sus huellas plantares.

Según el Dr. Michael Nirenberg, esto es posible luego de analizar los parámetros de la huella y de allí obtener la altura del arco, es decir, el espacio que hay entre la pisada y la zona más alta (internamente) del pie y con esto identificar al personaje en cuestión. La podología es una subespecialidad que se centra en este compañero entrañable.

Cuando hice mi maestría en Ingeniería Electrónica, decidí centrarme en el pie, una extremidad de uso constante, pero de poco estudio. Actualmente todos los análisis que tienen que ver con la huella plantar son tediosos, tanto que muchos centros, clínicas y ligas deportivas prefieren realizar la valoración mediante el “ojo de experto”, el cual en muchas ocasiones no es confiable.

Hay dos caminos, el primero un análisis invasivo con tintas y alcoholes, lápices, reglas y muchos números para calcular los parámetros morfológicos, es decir, estudiar la forma del mismo o lo que la experiencia dicte, es decir, a ojo. Lo que yo hice fue un nuevo sistema que logra tomar una foto de la pisada sobre un podoscopio (una lámina de vidrio con lámparas en los costados), esto con el fin de no utilizar ninguna sustancia que pueda ser dañina.

De allí sistematizar todos los análisis en una computadora, es decir, utilicé una disciplina llamada visión artificial, en la que le enseño a una herramienta computacional a extraer información relevante de una imagen; por ejemplo la detección de rostros de los sistemas de seguridad nace aquí.

¿Pero para qué estudiar un tema tan específico?, con este tipo de sistemas espero que más adelante las clínicas, hospitales y centros especializados lo apliquen, por ejemplo, en el pie diabético, se puede valorar no solo la morfología, sino la temperatura y de esta manera prevenir una úlcera, que puede desembocar en una amputación, lo que le ahorraría muchos dolores de cabeza a estos pacientes y a sus EPS, de paso.

Este sistema igualmente se puede aplicar para estudiar a nuestros deportistas con análisis de marcha con el fin de mejorar la técnica en el salto, en velocidad, o incluso en las personas que tienen problemas de movilidad y así estructurar modelos de prótesis que sean acordes a las necesidades puntuales de cada uno.

Un ejemplo claro es alguien que haya sufrido de un accidente cerebrovascular, esta persona puede utilizar bien su extremidad superior pero pisar mal o viceversa, con este sistema podemos lograr que a través de una prótesis o plantilla, ese problema desaparezca, haciéndole más amable la vida a este individuo.

El próximo paso de esta investigación es estudiar no la huella estática, sino los cambios de la pisada al paso del tiempo y para esto se necesita una gran capacidad de cómputo para realizar los análisis de forma inmediata, ese tipo de capacidades es la que tenemos en BIOS, gracias a Colciencias, MinTIC, Microsoft y el apoyo de la Alcaldía de Manizales, la Gobernación de Caldas y las universidades públicas y privadas de la región.

De esta manera con el apoyo de clínicas, hospitales, centros de investigación y BIOS se puede lograr que en un futuro, no muy lejano, tengamos deportistas mejor asesorados y preparados y seamos pioneros en la prevención de muchas enfermedades que entran por el pie.