Fanny Bernal * fannybernalorozco@hotmail.com
En el libro Acoso escolar o Bullying, su autor Ferran Barri Vitero, afirma: “El acoso escolar o bullying se define como un maltrato sistemático, intencionado, que no responde a un conflicto especifico que lo desencadene, que se mantiene en el tiempo y que tiene la finalidad de someter a la víctima, desestructurando progresivamente su personalidad y destruyendo su capacidad de relación social”.
Lo anterior significa que quien sufre maltrato, humillación y amenazas entre otras, asume cambios en su forma de actuar, pensar y relacionarse. Cambios que deben ser avizorados por padres o docentes, en este sentido, es de vital importancia que haya espacios en casa y en las aulas escolares para hablar del tema y conversar sobre los posibles y presuntos casos de matoneo o bullying.
La timidez y la inseguridad son observadas por los victimarios, quienes están atentos para acecharlos y ‘caerles’. Pocas veces quien maltrata actúa solo, generalmente tiene un grupo que maneja a su antojo, es más, en ocasiones ni se deja ver, son los otros los que llevan a cabo lo que él -hábilmente- ha planeado.
Martín comenta al ser citado a una reunión con el rector del colegio que su compañero Alonso, quien viene de otro plantel, comenzó a acercarse desde los primeros días de clase a decirle que si no hacía lo que él le pedía, a la salida lo iban a esperar con los amigos del barrio para golpearlo. Esto había venido pasando hacía algún tiempo, hasta que Martín no quiso volver al colegio y, ante la presión de su papá, decidió contar a las directivas lo que le estaba sucediendo.
Casos como éste terminan algunas veces en deserción escolar, por lo que no basta con citar al adolescente y escucharlo. Hay muchas otras acciones para la prevención y humanización de las relaciones en la comunidad educativa.
-¿Qué lleva a alguien a burlarse de otra persona? -¿Por qué es tan difícil aceptar las diferencias? ¿Cómo rebajar la crueldad de la sociedad? ¿Cómo aprender la importancia del respeto en las relaciones? -¿Será que faltan estrategias educativas en la familia y en los colegios para aprender acerca de valores, normas y límites?.
Al paso que va esta situación, los colegios tendrán que invertir más tiempo en la formación humana de sus alumnos, como una condición necesaria para ir por la vida. Tendrán que enseñar valores y virtudes para tejer adecuadas relaciones entre compañeros y parejas.
Mariana, de 16 años y excelente estudiante, busca ayuda en su colegio cuando un grupo de niñas de otro grado comienza a enviar escritos vulgares de presuntos encuentros íntimos de ella con su novio. La joven se demora en entender que los 'cuchicheos' y empujones surgen de los celos y la envidia que otras niñas le tienen por la pareja con la que lleva cinco meses.
Afirma sentirse avergonzada, con rabia y con miedo de volver a encontrarse con este grupo. Al conocerse todo este asunto, las niñas responsables, se ríen como si esto fuera un chiste y sostienen que jamás pensaron que ello estuviera mal, ni que causara ningún daño. Respuestas de este tipo son frecuentes, tal vez es una manera de evadir los hechos, de defenderse, de justificarse, a la larga una actitud muy colombiana, la de no asumir, de mentir y de burlarse de los demás y de las normas establecidas.
Ante el miedo a revelar los hechos de matoneo, algunos colegios cuentan con estrategias para que las victimas puedan dar a conocer estos hechos. Existen correos especiales solo para recibir denuncias, también están los buzones que facilitan exponer lo que está sucediendo. Debido a la afectación emocional que producen el miedo y la amenaza, estas prácticas están siendo utilizadas cada vez más por víctimas y testigos de tales maltratos.
Hace falta educar en emociones y sentimientos, en decencia, en autocuidado emocional, en valores, en asumir unos mínimos éticos, como lo plantea la doctora Adela Cortina. Sostiene que es necesario profundizar en la búsqueda de estrategias de afrontamiento y resiliencia para cuando haya que ponerle la cara a la adversidad. Algo habrá qué hacer en una sociedad a la que le hace falta ser decente y sentir vergüenza.
* Psicóloga - Docente Universidad de Manizales.
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