La diabetes es la disfunción del páncreas para manejar los niveles de azúcar o glucosa en el cuerpo. La mayor parte de los alimentos que se ingieren se convierten en glucosa que el cuerpo utiliza como energía.

La función del páncreas es transportar a través de la insulina la glucosa a las células del cuerpo. La persona que presenta diabetes no produce suficiente insulina o no la maneja bien presentando resistencia a ella y no metabolizando los alimentos que recibe  -donde las células de grasa, de los músculos y del hígado no la usan de forma adecuada- esto hace que el azúcar se acumule en la sangre. Esta enfermedad crónica, que si no es diagnosticada a tiempo, puede causar complicaciones cardíacas, ceguera, falla renal y llevar a la muerte.

Enfermar con una infección no es bueno para nadie, menos para un diabético. Cuando el cuerpo enferma se estresa. La lucha del sistema inmunológico para combatir el virus en el cuerpo puede elevar los niveles de glucosa  en la sangre. El cuerpo libera  ciertas hormonas que luchan contra el virus  o la infección. Estas hormonas hacen difícil la tarea de la insulina que es metabolizar la glucosa que llega al cuerpo a través de los alimentos para convertirlos en energía.

El control de la glucosa en sangre se complica ante la presencia de un virus, infección o enfermedad.

- Cuando es diabetes 1

El riesgo es desarrollar cetoacidosis. Ocurre cuando el cuerpo  no puede usar el azúcar o glucosa como fuente de energía, porque no hay insulina o no hay suficiente. El cuerpo comienza a utilizar las grasas como combustible para suplir la energía que necesita. Las cetonas son desechos ácidos producto de la descomposición de las grasas. Estos desechos se acumulan en la sangre y la orina. La acumulación de ácido en la sangre es potencialmente mortal.

- Cuando es diabetes tipo 2

En especial lo presenta un adulto mayor. Puede desarrollar síndrome hiperglicémico aunque es más complejo en el adulto mayor, cuando su cuerpo se ve amenazado por un virus o infección. El nivel de la glucosa en la sangre aumenta y el cuerpo se deshace del exceso de glucosa a través de la orina.

Cuando el diabético se enferma:

- Tomar las glucometrías cada tres horas a cuatro horas.

- El apetito se ve alterado disminuyendo notablemente. Si se deja de comer, los niveles del azúcar en la sangre pueden bajar demasiado.

- La sed es mayor en esos momentos.

- Los tratamientos para la gripa  sin prescripción médica están restringidos cuando además de diabético es hipertenso. Estos medicamentos contienen descongestionantes que pueden aumentar aún más la presión.

- Los jarabes para la tos, medicamentos líquidos para la gripa y las pastillas mentoladas para calmar las molestias de tos y garganta seca contienen azúcar. Buscar las versiones de estos medicamentos sin azúcar.

- Es difícil evitar enfermarse cuando todo el mundo alrededor lo está. La mejor manera de evitar el contagio es con la higiene. Lavar las manos con frecuencia.

- Evitar tocar los ojos, nariz o llevarse los dedos de las manos a la boca cuando se está resfriado o con influenza. Vacunarse es otra opción.

Recomendaciones:

- Hidratarse con más frecuencia, en especial si está febril, presenta vómito o diarrea. Si estos últimos aumentan hay que consultar.

- Consumir alimentos de una a tres horas en tamaños pequeños.

*Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia Educadora acreditada en Diabetes