La agricultura ecológica tiene dos aspectos que la sustentan: respetar el entorno natural y producir alimentos de calidad.

Una alternativa ha supuesto la aparición de un mercado especializado y en constante expansión para la búsqueda adecuada de ellos. El crecimiento de este subsector de la agricultura, que se retoma desde la década de los 90, utiliza como modelo a la propia naturaleza y extrae de ella toda la información posible para aplicarla en los procesos productivos.

Esta orientación según sus defensores, permite obtener alimentos (ecológicos) de mayor calidad, garantizar la protección del ecosistema agrícola ante la amenaza de impactos externos (propios de la explotación agrícola convencional) y potenciar la fertilización natural de los suelos sin agotar su capacidad productiva.

Esta peculiar filosofía de lo rural, que fomenta el respeto por los ciclos naturales en los cultivos procura que en la explotación de la tierra no se empleen sustancias que puedan mermar el valor nutritivo de los alimentos o resultar perjudiciales para la salud del consumidor.

Este control adicional de calidad es, según los agricultores ecológicos, un factor que aumenta el costo final de los productos, cuyo precio en nuestro país puede encarecerse entre 30% a 50%.

Con la agricultura ecológica se pretende lograr el máximo rendimiento de los recursos naturales (suelo, agua, espacio y luz) mediante la aplicación de técnicas, siempre respetuosas con el entorno natural.

*Nutricionista Dietista Clínica - Universidad Nacional de Colombia- Educadora acreditada en Diabetes