En la encuesta nutricional ENSIN se extrae que en promedio la ingesta diaria de azúcares simples representa entre un 18% a 20% de las calorías diarias, duplicando así las recomendaciones aconsejadas.

La alimentación cada vez más ha ido cambiando. El consumo de alimentos precosidos y prelaborados se ha incrementado notablemente y a la vez que no parece que haya disminuido el empleo de frutas, verduras, legumbres y cereales.

De manera paralela se observa un incremento en la tasa de obesidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, entre otros, no solo en la población adulta, sino en la infantil. La inactividad física y la inadecuada alimentación son factores de riesgo que crecen a nivel mundial.

La excesiva ingesta de azúcares simples esta relacionada tanto con la dieta como con los riesgos de enfermedades degenerativas.

Los azúcares simples contribuyen al incremento de la densidad energética de la dieta, promueven un balance energético positivo y por tanto, una subida de peso.

Además, puede influir en una reducción de la toma de alimentos con un perfil nutricional más saludable.

La ingesta de azúcares está vinculada también con un mayor riesgo de caries dental, enfermedad infecciosa más prevalente en la cavidad bucal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) después de revisar estas evidencias y para prevenir un aumento de estas enfermedades emite unas recomendaciones :

1- Reducir la ingesta de azúcares simples a lo largo de la vida.

2- Que la ingesta de azúcares simples tanto para adultos como para niños sea de un 10% de las calorías totales diarias.

Estos azúcares incluyen monosacáridos y disacaridos cuando han sido añadidos a los alimentos o bebidas y los naturales presentes en miel, jarabes y concentrados o frutas.

3- La reducción hasta llegar al 5% del aporte total, podría ser benéfica en algunas patologías

Ejemplo. Con una ingesta diaria de 2.000 calorías, tan solo entre el 5% y el 10% del aporte calórico diario debería ser en forma de azúcares simples. Esto significa que como máximo entre 100 y 200 calorías diarias deberían proceder de azúcares simples. Tres sobres de 10 gramos contienen 120 calorías.

La toma frecuente de bebidas azucaradas como agua de panela y refrescos se relaciona con el riesgo de obesidad, sino también de síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

La otra fuente de calorías proviene del alcohol, que también tienen efecto en el control del peso corporal y el riesgo cardiovascular.

El consumo de azúcar es un determinante del peso corporal.

*Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia - Educadora acreditada en Diabetes