Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
El chocolate, cuyo principal componente es el cacao, se convirtió en un placer gastronómico en todo el mundo. Su calidad la determina el origen y el porcentaje de dicho elemento, los demás ingredientes y el proceso de elaboración.
Es energético, ya que tiene muchos carbohidratos y grasa. Esta última sale de la manteca de cacao, que es el aceite que se obtiene tras procesar las almendras de su interior. En ellas predominan ácidos grasos saturados como el esteárico que -a diferencia de otros- no tiene relación con las cifras de colesterol en sangre.
El chocolate es un alimento tónico, porque contiene teobromina, una sustancia estimulante del sistema nervioso. Esta es similar a la cafeína o la teína del té, pero de menor intensidad en su efecto. El consumo del chocolate debe ser moderado.
Sobre este producto hay muchos mitos:
* Engorda. Si se ingiere en pocas cantidades no es responsable de la ganancia de peso.
* Es adictivo. Esta idea nace en la sensación placentera que produce su consumo, lo que aumenta el deseo de ingerirlo -sobre todo- en depresiones o durante el periodo menstrual.
* Migrañas. Los chocolates contienen cantidades apreciables de sustancias como: tiramina, histamina, feniletilamina, que se relacionan con la aparición de episodios de migraña. Sin embargo, el detonante de la migraña es multifactorial.
* Acné. Los alimentos grasos como el chocolate no son responsables de barros y espinillas. La grasa de la alimentación no se acumula en las glándulas sebáceas.
* Caries. La relación entre el chocolate y la producción de la caries no es directa. En ello influyen otras situaciones como la textura de los alimentos y la adhesividad de estos a los dientes.
Los beneficios del chocolate son innumerables:
* Favorece el sistema circulatorio. Protege el corazón, ya que contiene un alto porcentaje de flavonoides y polifenoles, dos potentes antioxidantes. Estos tienen la capacidad de alterar mecanismos implicados en la enfermedad cardiovascular. Ayuda a restablecer la flexibilidad de las arterias, es decir, el tono de los vasos sanguíneos y disminuye las respuestas inflamatorias y aumenta las inmunológicas.
* Evita la agregación plaquetaria. Frena la formación de coágulos de sangre y la rigidez arterial, lo que es significativo en el desarrollo de la arteriosclerosis.
* Colesterol. El chocolate mejora el perfil lipídico de la persona.
Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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