LA PATRIA | Manizales*
Una simple cojera de un bovino puede reducir la producción de su hato. El impacto de la cojera leve en un animal representa una reducción en el consumo de materia seca hasta en un 3%, mientras que una cojera severa se estima hasta en un 16%, lo cual incide en una caída significativa de la producción de leche hasta en un 36%.
En promedio un bovino gana entre 500 y 1.200 gramos de peso al día, pero como consecuencia de esa condición puede reducir esta ganancia o incluso perder peso diariamente. Cuando la enfermedad es avanzada, el tratamiento de un animal puede costar entre 120 mil y 180 mil pesos y dura más de 20 días para su recuperación. Si el tratamiento incluye productos farmacológicos que tienen retiro en leche y carne, el ganadero debe desechar estos productos en condiciones determinadas.
Un animal cojo que no se trate a tiempo puede empeorar a tal nivel la lesión, que posiblemente toque descartarlo del hato y se pierda completamente.
Estudios
Todo esto llevó a la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), a través de su investigador Juan David Córdoba Parra, médico veterinario con una Maestría en Ciencias en Salud Animal, con énfasis en bovinos, a estudiar esta situación en asocio con la empresa Comfort Cows América S.A.S.
Entre las causas para esta anomalía se encuentran la la sobrenutrición con alimentos ricos en carbohidratos altamente fermentables, alteraciones en la infraestructura de las instalaciones donde se mantienen a los animales: pisos muy corrosivos, irregulares y demasiado húmedos lastiman la suela de las pezuñas presentando inflamaciones y exposición de tejidos blandos. Otros factores son los procesos genéticos, metabólicos, comportamentales, manejo, medio ambiente y número de partos.
En la actualidad el consumidor está muy preocupado por el origen de los productos lácteos y cárnicos que consume, buscando que sean de la mejor calidad, y esto se consigue por medio de producciones sanas, con animales robustos, fuertes, vigorosos, que no tengan que ser sometidos a tratamientos farmacológicos que impacten la calidad y tengan riesgo sobre la salud pública. En este sentido, el productor es el principal responsable de cumplir con este objetivo.
* Con información de la UDCA.
Recomendaciones
* Realizar un recorte rutinario de las pezuñas a todos los animales del hato, por lo menos una vez al año, modificando este intervalo en casos de incremento en la presentación de casos de animales cojos.
* Realizar un score de locomoción periódico a todos los animales para conocer la cantidad de afectados y la severidad de las cojeras y proceder en forma oportuna.
* Registre todos los casos de cojeras y los datos asociados tales como: tipo de lesión, grado de cojera, tratamiento, costo, animales descartados (entre otros), para que pueda estimar el impacto de estas enfermedades en su ganadería.
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