Foto | Martha Elena Monroy | LA PATRIA
Veredas como la Primavera en Villamaría completan casi dos mese sin servicio en los puestos de salud.
Roberto Hernández y Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
Lunes: atención al público. Martes: control a hipertensos y control de crecimiento y desarrollo. Miércoles: visitas domiciliarias. Jueves: Control de citologías. En la actualidad este calendario, pegado en una ventana del puesto de salud de la vereda La Primavera, es apenas una añoranza, pues el lugar está cerrado al público desde septiembre pasado.
María Nefer Tabares, habitante del caserío, comenta: “esto es inhumano, vivimos en una vereda muy pobre, hay gente que no tiene ni para el pasaje: Por eso, tenemos que recoger para que viajen a Chinchiná o Villamaría en busca de la droga o de cita médica”.
El drama de La Primavera lo viven otras nueve veredas de las zonas alta y baja de Villamaría, luego de que la Alcaldía dijo que no tenía recursos para mantener abiertos estos centros.
Luz Amanda Idárraga, quien lleva 14 años trabajando como enfermera rural, comenta: “la gente está desesperada, vienen a que uno las atienda, aunque saben que el puesto está cerrado”.
El alcalde de Villamaría, Jairo Antonio Valencia, dice que se quedaron sin recursos para este servicio. “Estamos gestionando ante la Gobernación de Caldas la posibilidad de conseguirlos para reabrir los puestos”.
Varias de las vereda afectadas se encuentran en zona de riesgo por posible erupción del Nevado del Ruiz, que está en nivel amarillo, lo que significa cambios en la actividad volcánica. “Ese es un aspecto que estamos sosteniendo ante la Gobernación, en busca de recursos”, añade el mandatario local.
Son cerca de siete mil personas las que están afectadas con el cierre. La mayoría debe hacer recorridos en camperos, buses escalera y hasta caminar para llegar al Hospital de Villamaría.
Dioselina Loaiza vive en el Nuevo Rioclaro. Ella sufre de diabetes, por lo que cada semana le entregaban prazusina, insulina, entre otros medicamentos. “Ahora me tocará comprar a mí la droga en Chinchiná”.
Con sentencia
En septiembre del 2005 el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Caldas falló a favor de una acción popular interpuesta por la Personería, que buscaba la reapertura de 10 puestos de salud.
El Tribunal determinó que el Municipio y el Hospital deberían elaborar conjuntamente la estrategia y aplicarla durante todos los meses del año en la zona rural para garantizar la salubridad pública.
“(...) Para lo cual concertarán y ejecutarán, con arreglo a la ley, todas las medidas presupuestales, administrativa y de definición de responsabilidades que resulten imprescindible frente al manejo de los puesto de salud rurales...”, indica la sentencia.
También ordenó el Tribunal que reabrieran los puestos de salud de la zona rural, en el número y distribución territorial que resulten adecuados y necesarios(...)”.
La directora del hospital San Antonio, Mónica Liliana Díaz, expresa que normalmente el hospital firma un contrato para la atención. Explica que el año pasado se hizo el contrato por $529 millones. “Dicho contrato no se firmó porque se supone que hay una universalización de la salud, que llevó a hacer una reducción del presupuesto del Hospital en $400 millones, lo que nos afectó”. El contrato que se firmó es apenas por $113 millones.
Reconoce la orden del Tribunal, pero asegura que la cofinanciación debe ser Alcaldía-Hospital.
De cumplimento
Alejandro Ramírez, personero de Villamaría, indica que hace dos meses se le hizo al alcalde un requerimiento sobre esa sentencia, que es de imperativo cumplimiento.
Añade: “El alcalde podría estar incurriendo en fraude de resolución judicial, que es una falta gravísima que le podría significar arresto, pues está incumpliendo el fallo de un juez”. Una falta disciplinaria de este calibre podría acarrearle una destitución e inhabilidad.
Ramírez manifiesta que el mandatario debió, una vez el hospital le notificó sobre el cierre de los puestos de salud, adelantar las gestiones o traslados necesarios.
El personero concluye: “al no estar operando estos puestos se vulnera no solo el derecho a la salud, si no el de una población vulnerable como es la del campo”.
En total son 16 veredas las que claman para que de nuevo los atiendan de manera directa en controles a hipertensos, crecimiento y desarrollo, visitas domiciliarias, citologías, entre otras.
Las afectadas
Tiempo total de recorrido para las veredas de Villamaría que tiene cerrado el puesto de salud:
En la parte alta (hacia el Nevado del Ruiz): Alto Castillo, Santo Domingo y Papayal.
Parte baja (zona cafetera)
Llanitos; Nuevo Rioclaro, donde atienden también a Viejo Rioclaro, La Batea, Villa Erazo, Corozal, Miraflores y San Julián. Además, La Primavera. Los Cuervos, San Julián, Partidas y Gallinazo.
Preocupados
Comunidad opina sobre el cierre de puesto de salud en veredas de Villamaría
Luis Eduardo Giraldo, de La Primavera
Tenemos una gran preocupación, este año se prestó apenas el 10 por ciento del servicio. A la gente le toca irse para Villamaría. El transporte es escaso y las vías son regulares.
Guillermo Tapia, del Nuevo Riclaro
Estamos muy mal, pues la gente no tiene ni para el pasaje. Por eso, es necesario que abran los puesto y lo mantengan así todo el año.
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